La afición no quiere cerrar el círculo en Bélgica. El objetivo es Suecia. Solna es la última parada deseada por una afición cuyo sueño por conquistar el Viejo Continente está más vivo que nunca. Este miércoles, medio millar de celtistas volvieron a coger la Celeste, su bufanda y su bandera. El Luminus Arena es el próximo territorio a conquistar, el escenario que el cuadro celeste se propone asaltar y lograr una clasificación histórica a las semifinales de la Europa League.

Suso Sánchez, un fijo en los desplazamientos europeos, nos comunicaba que pasadas las 13:30 horas acababan de pisar suelo belga. Cerca de 70 aficionados se acomodaron ya en Genk. A las 14:30 horas aparecía ante sus miradas el Luminus Arena, el escenario de la gran cita de mañana (21:05 horas).

El más de medio centenar de celtistas estará hospedado en dos hoteles diferentes. La temperatura es de 13 grados, pero la sensación es de frío. Suso comentaba que después de Járkov y Krasnodar, la localidad belga "iba a ser coser y cantar, pero hace fresquito", relata.

Esta mañana, los aficionados han puesto rumbo a Bélgica con el resto de la expedición del Celta, un grupo en el que viajaron todos los jugadores excepto Giuseppe Rossi, que será intervenido mañana en Dallas de su rodilla.