La plantilla del Celta retomó ayer el trabajo con un entrenamiento vespertino en A Madroa que no ha arrojado grandes novedades en torno a la enfermería, que alberga nada menos que a siete futbolistas en vísperas de la visita del Eibar a Balaídos.

El preparador celeste, no obstante, confía en recuperar algunos efectivos para el duelo ante los armeros, un choque clave para mantenerse en la pelea por la séptima plaza que Berizzo deberá gestionar pensando también en el decisivo compromiso europeo de este Jueves Santo contra el Genk belga.

A falta de conocer si el partido de Mestalla ha dejado alguna secuela, los que más opciones tienen de estar a disposición del técnico con el extremo danés Pione Sisto y Carles Planas. Sisto sufrió una contusión en el gemelo de su pierna izquierda, mientras que el lateral zurdo catalán está prácticamente restablecido de la microrrotura de fibras en el aductor izquierdo que le ha impedido vestirse de corto en los dos últimos partidos. El jugador catalán se entrenó ayer por segunda jornada consecutiva con el grupo y recibirá previsiblemente hoy el alta médica para jugar ante los armeros.

Para este choque no estarán aún disponibles Marcelo Díaz y John Guidetti, quienes evolucionan de sus respectivas lesiones dentro de los plazos previstos por los servicios médicos y estarán a punto para recibir al Genk. Tampoco lo estará Álvaro Lemos, con una lesión muscular en el muslo izquierdo cuyo alcance está por evaluar, ni Rubén Blanco quien, con suerte, podría estar también disponible contra los belgas.