La localidad meañesa de Cobas alberga una cuarta piedra con leyenda. En su caso, más discreta y en la ladera naciente del monte San Cibrán, existe un conjunto de piedras, hoy invadidas también por la vegetación, conocido por los lugareños como "A Corte das Ouvellas", por cuanto una piedra saliente a modo de dintel ofrecía cobijo y era un lugar muy socorrido por vecinos que antiguamente pastoreaban en el monte a sus ovejas que, cuando arreciaba la tempestad juntaban a los animales para buscar refugio bajo ella.

Huecos labrados

En la parte superior la roca posee unas pequeñas concavidades a modo huecos naturales donde estanca la lluvia y que los lugareños bautizaron con el nombre "tazas de moros", relacionando el nombre con la leyenda que aún refieren los ancianos de Cobas de que el monte San Cibrán "estuvo habitado en el pasado por moros que fueron expulsados del monte por Santiago Apóstol, montado en su caballo blanco" (testimonio legado por Maruja Abal en 2015).