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Los Muse que verá Vigo

Fuego, pirotecnia, una máscara gigante, instrumentos destrozados, guitarras táctiles, un repertorio imbatible y varios estrenos. Así será el concierto de la banda británica en Balaídos

El líder de la banda Muse, Matt Bellamy, en el concierto que dio la banda en Lisboa en 2018 JOSÉ SENA GOULÃO

La banda británica Muse ha pasado este año en España de festival en festival (Mallorca, Madrid, Málaga el mes que viene), pero solo los aficionados que logren verlos en Vigo (Abanca Balaídos, 8 de septiembre) tendrán el privilegio de disfrutarlos en la versión de concierto único, es decir, sin las rigurosas limitaciones de horario y repertorio que impone un gran festival. Eso significa que, a diferencia del resto de shows programados en suelo español y en buena parte de Europa, el grupo tiene en su mano modificar el formato de actuación más allá de las 21 canciones que jalonan un espectáculo que sobrepasa a la música.

Los puristas consideran que a Muse les bastaría con defender sus ‘himnos’ en un ‘setlist’ más que sólido y en el que podrían prescindir de pirotecnias y otras alharacas, pero la banda de Matt Bellamy (voz y guitarra), Christopher Wolstenholme (bajo y coros), Dominic Howard (batería) considera (como los Stones, como U2, como tantas otras bandas de estadio) que los más de 73 euros de la entrada (ese es el precio por acudir a Balaídos, gastos de gestión incluidos) merecen algo más que las canciones a pelo que el aficionado puede encontrarse en sus discos o en las plataformas de ‘streaming’. En ese sentido, el show de Muse no solo no defrauda, sino que 28 años después de su formación, es de esos que dejan perplejo, incluidos aquellos que no sienten la devoción a Muse como una religión. Sostenido en un repertorio magnífico, la actuación merece la pena para cualquier aficionado a la música.

Los conciertos de la gira ‘Will of the people’ -título incluido en su próximo álbum- son como adentrarse en un parque temático. El espectáculo comienza con la pieza del mismo nombre, con los tres miembros sobre un escenario coronado por un enorme soporte en llamas cuyo fuego reproduce las letras de la canción, WOP, y los laterales escupiendo llamaradas que provocan los primeros «ohhhh» de la concurrencia. Los tres salen de negro, encapuchados y con una careta de malo de ciencia ficción que más tarde colgará del escenario en versión gigante y girará sobre el grupo, un atrezzo de unos 15 metros de altura cuya aparición coincide con la interpretación de ‘Won’t stand down’ (otro de los estrenos) y que ya no desaparecerá en todo el concierto.

Desde el mes de enero, Muse está publicando con cuentagotas las piezas del nuevo disco. Por lo visto en el Mad Cool de Madrid, y comprobando otras actuaciones, lo previsible es que en Vigo se presenten al público las citadas ‘Will of the people’ y ‘Won’t stand down’ y dos estrenos más, ‘Compliance’ y ‘Kill or be killed’, que la dejan para el bis. Canciones duras, guitarreras, algo sombrías y alejadas de los prejuicios que recaen sobre el trío cuando se acercan a territorios propiedad de Queen o U2. El resto del cancionero sigue el guion esperado por cualquier fan, aderezado durante más de dos horas de artificios varios, lenguas de fuego y una reproducción perfecta en las pantallas para quienes vean en el concierto lejos del foso.

Bellamy no defrauda. Su variedad vocal a base de tonos elevados y falsetes parece no tener límites. Wolstenholme, considerado entre los mejores bajistas de los últimos 30 años, es también conocido por su gran potencial como cantante y ejecuta unos coros en segundo plano que sostienen puentes y estribillos. Cuando no ha pasado ni media hora de actuación, Bellamy ya se ha cargado una guitarra. Unos llevan la fama (Pete Townsend, de los Who, verbigracia), pero el líder de Muse posee el récord Guinness de más guitarras destruidas, con 140 durante el tour de ‘Absolution’. en 2003.

Matthew Bellamy durante la actuación de Muse en el Mallorca Live Festival

Matthew Bellamy durante la actuación de Muse en el Mallorca Live Festival Andrés Iglesias

El trío de Devon nunca ha ocultado su deuda (y admiración) por guitarristas como Angus Young o Jimi Hendrix, y en esta gira no se ahorran homenajes introduciendo acordes ajenos a algunos de sus temas más reconocidos. Así ocurre cuando ejecutan ‘Hysteria’ (precedida de un riff de ‘Back In black, de AC/DC), ‘Supermassive black hole’ (‘Foxy Lady’, de Jimi Hendrix), ‘Plug in baby’ (‘Sweet child O’ Mine’, de Guns N’ Roses), ‘Stockholm Syndrome’ (‘Township rebellion’, de Rage Against The Machine) o ‘Knights of Cydonia’, presentada por esa obra maestra que es ‘Man with a harmonica’, de Ennio Morricone, y con la que Muse pone fin a la actuación.

Tras casi tres décadas de carrera, el trío se obliga a sí mismo a sorprender al personal. Bellamy considera que la guitarra eléctrica ya está superada, y el público de Vigo le verá descerrajar varios temas con un instrumento táctil provisto de un gadget llamado a levantar admiración, una especie de brazo articulado que el líder de Muse coloca en su brazo izquierdo, utilizado como un iPad sobre el que Matt puntea ‘Uprising’ a las puertas de anunciar su único bis, no sin antes tocar su éxito más amable, ‘Starlight’. Para cuando encaran la recta final, ya se han ganado sobradamente el salario.

Todos sus grandes éxitos y cuatro estrenos

Atendiendo a los últimos conciertos de Muse en Europa, este es el cancionero más probable que el público disfrutará en Balaídos el 8 de septiembre. Es el ‘setlist’ del Mad Cool y apenas contiene variaciones respecto a otras actuaciones o participación del grupo en festivales:

1. Will of the people

2. Interlude

3. Hysteria

4. Psycho

5. Pressure

6. Won’t stand down

7. Stockholm Syndrome

8. The gallery

9. Compliance

10. Thought contagion

11. Time is running out

12. Nishe

13. Madness

14. Supermassive black hole

15. Plug in baby

16. Behold, the glove

17. Uprising

18. Prelude

19. Starlight Bis

20. Kill or be killed

21. Knights of Cydonia

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