Se dice que cuando un autor escribe su primer libro intenta condensar en él todo lo que tiene en la cabeza. Con las operas primas en el cine no es inusual que ocurra lo mismo. Aunque el colombiano Óscar Ruiz Navia ya tiene una película en su haber, en ese sentido se comporta como un realizador que se estrena. En "Los hongos" late y brilla con fuerza ese deseo por ofrecer una imagen caleidoscópica y desde muchos frentes del entorno urbano juvenil de Cali y de sus mundos en contacto.
Si sus protagonistas pintan grafitis, Ruíz Navia casi hace lo mismo con esta película que se permite incluso una sintética radiografía social a partir de lo que las familias cocinan en una sartén. El resultado es tierno, vivaz, dinámico, encantador, con una textura real, de documento, que no empapa su frescura.
