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Carmen Boza presenta en Vigo su disco "La mansión de los espejos"

La gaditana, una de las cantantes más destacadas de la última hornada, junto a Zahara y Rozalén, actúa mañana en la azotea de un céntrico hotel de Vigo presentando su disco "La mansión de los espejos". Atención a ella, porque su talento no es ningún espejismo

Carmen Boza, en otra imagen promocional. // Lucía Alonso

No es otra cantante indie de apariencia frágil que toca melodías angelicales con guitarra acústica o ukelele y letras en inglés. Carmen Boza (La Línea de la Concepción, Cádiz, 1987), como dice Leiva, uno de sus valedores, no acaricia su guitarra, sino que la agarra con mala leche y la aporrea -dicho sea en el mejor sentido- para sacar acordes maravillosos de ella. Mientras otras cantantes emulan a Joan Baez, ella es más Richie Havens. Mañana actuará en el Hotel Bahía de Vigo dentro de la gira Live The Roof, que enrola a artistas como Ariel Rot, Mikel Erentxun, Coque Malla, Marlango y Zahara, con la que la andaluza ha compartido escenario en varias ocasiones.

En la actuación presentará temas de su disco "La mansión de los espejos", que Warner reeditará el próximo día 25. Buena parte de su repertorio lo compuso por necesidad vital y lo empezó a colgar en YouTube a los 20 años. La respuesta fue increíble: su canal tiene más de dos millones de visitas. La calidad de canciones como "Culpa y castigo", "Octubre" y "De lirios y de éxtasis" explica el efecto "boca a oído" que ha creado y que una multinacional edite su álbum. VISADO quiso formularle unas preguntas esta semana.

-¿Tocarás en solitario en Vigo, únicamente con tu guitarra, o llevas algún músico de apoyo? ¿Y qué es lo que te atrae más, actuar en solitario o con banda?

-Tocaré con Toni Brunet, que es el productor del disco y guitarrista eléctrico en mi banda. Me gustan ambos formatos porque cada uno tiene un matiz, una particularidad, en este caso los acústicos se convierten en algo mucho más holgado y más emocionante pero sin perder ese punto rítmico y potente que le aporta nuestra manera de tocar cuando lo hacemos juntos y el sonido eléctrico.

-Hace unas semanas actuaste en la azotea de otro hotel en una ciudad que conoces bien, Málaga. ¿Cómo fue la experiencia?

-Fue una bonita experiencia. Junto con Sevilla, fue el concierto que abrió nuestra temporada en las terrazas y recibí el cariño de la gente de Málaga, que fue también la que prácticamente me empezó a ver tocando.

-En esta gira Live the roof participa también Zahara, que ya ha tocado en Vigo y con la que has actuado varias veces. ¿Qué otros artistas de Live the Roof sigues habitualmente?

-Pues la verdad es que me pegó muy fuerte el primer disco de L.A. Luego ya les perdí un poco la pista, pero me parece brillante. También conozco y disfruto mucho del repertorio de mi compadre Kanka, con el que, además, tuve el placer de colaborar en su anterior trabajo, "El día de suerte de Juan Gómez" en una canción que se titula "Vengas cuando vengas".

-Has dicho que componer es una medicina para ti. ¿Necesitas unas circunstancias determinadas para componer -soledad, aislamiento, silencio, hora del día o de la noche...- o la inspiración te llega en cualquier lugar?

-Necesito un hábito, familiarizarme con el momento de sentarme y abrazar la guitarra, generar confianza entre nosotras. En el sentido de que no sea algo excepcional, en el sentido de conocerla y tocarla todos los días, a veces con más o tras con menos pasión. Igual que el sexo en una pareja: componer es eso para mí.

-Leiva, que desde hace años habla muy bien de ti, ha dicho de tu forma de tocar la guitarra: "A diferencia de la mayoría de mujeres, no la acaricia, la agarra con rabia y mala hostia". ¿Estás de acuerdo con esa descripción?

-Estoy bastante de acuerdo, pero añadiría dos palabras "sólo" y "también", seguramente cualquiera que esté leyendo esto sabrá donde colocarlas.

-¿Las afinaciones alternativas que utilizas las creas tú misma experimentando? ¿Pruebas diferentes posiciones de cejilla en tu guitarra?

-Efectivamente, hago ambas cosas. Mi relación con la guitarra debe parecerse a la de un adolescente inexperto y pasional que tiene un affaire con la madre de su amigo o algo así [risas]. Respeto mucho al instrumento, pero soy consciente de que si experimento sin prejuicios con él puedo conseguir mucho placer.

-Comenzaste con la guitarra emulando a Avril Lavigne, admiras mucho a John Mayer y escuchas a Vetusta Morla. ¿Qué grupos e intérpretes de los "clásicos" -más antiguos, digamos anteriores a tu fecha de nacimiento- te gustan y consideras como referentes?

-La escena o realidad musical anterior a mi nacimiento, la raíz de la música popular de hoy podríamos decir, la desconocía hasta hace muy poco. Ahora que estoy en ello, podría nombrarte a gente que me ha fascinado con alguna pieza de su obra, como Nick Drake, Townes Van Zandt, The Smiths, PJ Harvey o Ricky Lee Jones.

-En una lista de diez canciones favoritas incluiste "Con ojos de otro", de Fon Román. ¿Te gusta solamente el que fuera guitarrista de Los Piratas o también Iván Ferreiro y la antigua banda de ambos?

-Es una canción que me sigue emocionando muchísimo, a pesar de que la he escuchado como 500 veces. En realidad a Fon le descubrí casi por accidente y nunca he sido una gran seguidora de la banda viguesa, excepto de sus grandes hits, que sí que los conocía. Por esto nunca llegué a interesarme demasiado por la carrera de Iván tampoco, a pesar del enorme reconocimiento que éste ha amasado especialmente durante los últimos años en su carrera en solitario. E, igual que me sucedió con Fon, recientemente cayó en mis manos "Val Miñor-Madrid. Historia y cronología del mundo", que es un disco enorme y con el que es sencillo adentrarse en el universo de Iván, gracias al cual estoy descubriendo su trabajo y estoy absolutamente fascinada.

-¿Qué esperas de tu visita a Vigo fuera de lo estrictamente musical?

-Con Galicia tengo una relación muy especial, casi toda la gente importante que me rodea es gallega: mi oficina (C4Music), muchos de mis mejores amigos y uno de los amores más arrebatadores que he conocido en mi vida. Tengo ganas de dejarme llevar por Vigo, es la segunda vez que la visito y es una ciudad cuya luz es tan sumamente suave y tan marinera que me da nostalgia de mi Cádiz y a la vez la siento casa. Luego igual también sí que me como algún marisquito...

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