Manuel llegó al mundo con el nuevo año: un regalo extraordinario para sus padres Maira y Toño. Maira nació con el síndrome de Rokitansky que afecta a una de cada 5.000 mujeres su pone la carencia del útero. Un trasplante de este órgano reproductor ha logrado cumplir su sueño. Y se da la circunstancia de que el útero en el que se ha desarrollado Manuel es el mismo en el que lo hizo su madre, porque la donante de la matriz es la madre de Maira, la abuela del niño. Un nacimiento posible gracias al trabajo de 50 profesionales del Hospital Clínic de Barcelona, el único con un programa experimental de trasplantes para mujeres que carecen de útero y trompas de Falopio, pero sí tienen ovarios. Manuel es el segundo niño nacido en el marco de estos trasplantes, después de que hace un año naciera Jesús cuya madre también estaba afectada por el síndrome de Rokitansky.