La llegada del buen tiempo y el abandono de la rompa de invierno impulsa a la sociedad a cuidar su cuerpo a base de dietas y de ejercicio. En plena "operación bikini" cabe recordar, como motivación, que perder peso es fácil; pero no está demás advertir, como precaución, que lo difícil es mantenerse en el tiempo con el peso alcanzado.

La báscula marcará la cifra ideal para cada persona en función de la edad, género y altura y cuando se plantea la idea de perder peso el tándem idóneo es llevar una dieta sana, equilibrada y repleta de ingredientes frescos y locales e incluir una rutina de ejercicio físico que pueda mantenerse en el tiempo. Si a estos dos factores le sumamos una crema o tratamiento hidratante y/o reafirmante para mitigar los daños y cambios en la piel damos con la combinación perfecta.

El estilo de vida actual: el enemigo

Mantener el peso alcanzado es lo más difícil Pexels

El principal obstáculo para mantener el peso es el estilo de vida actual, que fluye anclado a una silla.

Los estragos del sedentarismo son palpables y para evitarlos conviene interrumpir el tiempo que debemos estar sentados en una silla y moverse un poco. Es importante tanto para no ganar peso como para evitar lesiones físicas. Así lo atestigua Suzzanne Phelan, profesora de salud pública de la Universidad Politécnica de California en sus declaraciones a Healthday: “hay personas que pueden salir a andar sesenta minutos y sentarse el resto del día, pero no es lo habitual, el sedentarismo produce aumento de peso”, que recomienda que "aunque no será necesario seguir una rutina atlética demasiado exigente, habría que 'interrumpir' “los periodos prolongados en los que se permanece sentado".

Se basa en un estudio que ha realizado recientemente en el que se intervenía en los hábitos de 4.300 personas de todas las edades y diferentes estilos de vida a los que mediante pequeños cambios en su rutina, estuvieron 3 horas menos sentados. Los resultados fueron notables.

“Encontrar formas de sentarse menos y moverse más será la clave del éxito para el control de peso”, ha señalado Phelan. Habría que hacer “todo lo posible por aumentar la actividad física”. Una manera de conseguir este objetivo es intentar completar las rutinas a pie. Un ejemplo sería acercarse al supermercado con más frecuencia y paseando en lugar de ir en coche.

“Algunos prefieren aumentar la actividad a través de entrenamientos cortos y más intensos, mientras que otros son partidarios de repartir la actividad a lo largo de los días; ambas son estrategias válidas”, ha señalado el Dr. Scott Kahan, director del Centro Nacional para el Peso y el Bienestar en Washington, Estados Unidos, que no participó en el estudio.

Mantener los hábitos

Con pequeños cambios en la rutina podemos dar la vuelta a nuestro estilo de vida Pexels

Una forma de pasar menos tiempo sentados será hacer deporte en lugar de jugar a videojuegos, ver series o excederse en cualquier actividad que requiera sedentarismo durante el tiempo de ocio en la jornada.

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En caso de no encontrar una disciplina específica, caminar más de 10.000 pasos con un familiar o amigo.

“El ejercicio no es la única herramienta para bajar de peso, pero es importante para poder mantenerlo una vez que se ha adelgazado”, ha recordado el Dr. Mitchell Roslin, jefe de cirugía de obesidad en el Hospiral Lenox Hill de Nueva York. Aunque será fundamental acabar con el sedentarismo, será igual de importante combinarlo con una dieta basada en alimentos saludables.