Tragedia aérea: el último viaje del emprendedor gallego Alfredo Díez y su familia

Díez, de 39 años, puso en marcha su propio negocio de pilotos tras emigrar a América

Un avión de su compañía se estrelló en una zona boscosa próxima a un aeropuerto cuando realizaba un aterrizaje de emergencia

Tragedia aérea: el último viaje del emprendedor gallego Alfredo Díez y su familia

PI STUDIO

R.V.

El piloto y emprendedor betanceiro, Alfredo Díez Seoane, falleció este domingo en un accidente aéreo en Estados Unidos, concretamente en el condado de Bath, en Virginia. Perdieron también la vida en el siniestro su mujer, su hijo de tres años y dos pilotos de la aerolíneade este empresario, fundador de Atlantis Aviation.

El accidente ha provocado un hondo pesar en la ciudad de Betanzos, de donde era natural Alfredo Díez, de 39 años, que se trasladó a Estados Unidos tras cursar sus estudios en el instituto Francisco Aguiar y formarse como piloto en la Escuela de Pilotos Aeroflota del Noroeste AFN.

Las autoridades de Virginia investigan las causas del accidente, que se registró a las tres de la tarde, hora local, (a las ocho de la tarde hora española), en una zona boscosa muy próxima al aeropuerto de Ingalls Field, durante un aterrizaje de emergencia.

El siniestro se produjo en un jet privado propiedad de la aerolínea del fallecido, Atlantis Aviation, según la información facilitada por la Policía Estatal de Virginia a medios locales. El bimotor IAI Astra 1125 se estrelló entre los árboles y ardió a consecuencia del impacto.

El presidente de la Autoridad Aeroportuaria del Condado de Bath explicó a los medios que minutos antes del accidente, un jet había informado de que necesitaba hacer un aterrizaje de emergencia.

El avión había despegado desde el aeródromo base de la compañía de Alfredo Díez en Fort LauderdaleFlorida, y se dirigía a Hot Springs, en Virginia, para participar en un evento.

El piloto y emprendedor nacido en Betanzos, Alfredo Díez Seoane.

El piloto y emprendedor nacido en Betanzos, Alfredo Díez Seoane. / Atlantis Aviation

Un emprendedor de éxito

En un reportaje publicado en el diario Expansión el año pasado, este empresario betanceiro, que residía en Miami desde hace doce años, contaba que puso en marcha en 2016 la escuela de pilotos Atlantis Aviation, y que por sus aulas y pistas ya habían pasado medio millar de alumnos de todo el mundo.

Alfredo Díez se decidió a poner en marcha su propio negocio de pilotos tras comprobar que la oferta no se adaptaba a lo que demandaban los alumnos. Según relataba, consideraba que el “mercado era cruel con los pilotos” al ofrecer “un programa de estudios que después no facilitaba la entrada laboral en aerolíneas”.

Ese fue el acicate que le impulsó a poner en funcionamiento su propio centro de formación dos años después de abrir una consultoría. Su apuesta fue un éxito y este emprendedor no tardó en ampliar su negocio con una empresa dedicada al mantenimiento de aviones, la compra de una compañía de charter y la creación de Atlantis Capital.

En su currículum publicado en Linkedin se señala que la compañía está dedicada “a la educación, capacitación y consultoría en el campo de la aviación”. “Nuestro objetivo es brindar a los estudiantes la mejor capacitación para que el proceso sea fácil y su estadía en los EE UU lo más placentera posible”, indica.

Hondo pesar en Betanzos

Desde que trascendió la noticia de la muerte de Alfredo Díez, su mujer y su hijo de tres años, las muestras de pesar no han dejado de sucederse en Betanzos. La alcaldesa, María Barral, expresó en redes su “consternación” y trasladó las condolencias a familia y allegados “en nombre de todo Betanzos”. La portavoz del PP, Cecilia Vázquez, envió también sus condolencias. “Sin palabras... qué fatalidad, desgracia e injusticia, D.E.P Alfredo, mujer y pequeñajo. Un fuerte abrazo y mi más sentido pésame”.

La escuela coruñesa en la que se formó como piloto, AFN, y amigos de Alfredo Díaz en Florida, como Adolfo Castillo, expresaron en redes su dolor por el fallecimiento de este emprendedor “ y ensalzaron su trayectoria.