Los fiscales gallegos llevaron a juicio el último año a 73 personas acusadas de homicidio en todas su formas y agresiones graves. En estos delitos contra la vida de las personas se incluyen los crímenes violentos como asesinatos, pero también los homicidios por imprudencia que incluyen las muertes en los accidentes de tráfico. Esta cifra supone un incremento del 43,14% respecto al ejercicio anterior, cuando se calificaron como homicidios y tentativas de homicidios 51 asuntos, según recoge la memoria de la Fiscalía de Galicia del año 2017, presentada hace unas semanas.
Pontevedra, con 27 delitos calificados como homicidios en todas sus formas es la provincia con mayor número de asuntos, seguida por A Coruña, con 25; Ourense, con 14 y Lugo con 7. Aunque la mayoría son delitos incoados en ejercicios anteriores a 2017, destacan los 46 procedimientos ordinarios (sumarios y Tribunal del Jurado). Muchos de los casos corresponden a delitos de homicidio imprudente por accidentes de tráfico. Se sentenciaron 52 delitos: 25 por homicidio, 13 por asesinato, y14 homicidios por imprudencia.
También es la provincia de Pontevedra, con 25 casos sentenciados la que mayor número de juicios registra: 14 por homicidio y 7 por asesinato, que incluyen también las tentativas, y 4 homicidios por imprudencia. En A Coruña se sentenciaron 17 asuntos, seis en Ourense y cuatro en Lugo.
De los delitos de homicidio incoados el año pasado, cifrados en 231, destacan siete casos por auxilio e inducción al suicidio: tres casos en Pontevedra, 2 en Lugo, y uno en A Coruña y otro en Ourense; 47 muertes accidentes de homicidios por imprudencia y 16 procedimientos de sumario y Tribunal del Jurado, que serían supuestos homicidios o asesinatos consumados y dos por violencia de género. También se suman 49 personas fallecidas en accidentes laborales.
Tras los delitos contra la vida, cobran especial importancia los delitos contra integridad física, que ocupan el tercer puesto en cuanto a los delitos más habituales en Galicia. Los fiscales gallegos incoaron el año pasado 31.915 delitos de lesiones frente a los 44.338 del año anterior. Casíi la mitad corresponden a lesiones simples, frente a 327 asuntos de lesiones cualificadas, 11.570 lesiones pro imprudencia, 6.228 por maltrato familiar o violencia de género ocasional, 16 riñas tumultuarias y un caso de tráfico de órganos.
Los fiscales llevaron a juicio a 2.397 personas por delitos de lesiones, y es que muchos casos abiertos acaban en archivo, sobreseimiento, acumulación con otros cargos o inhibición, y se dictaron 2.095 sentencias.
Los que también siguen creciendo son los delitos contra la libertad, con 4.378 nuevas diligencias. En total se llevaron al banquillo de los acusados a 782 personas, frente a las 700 del año anterior y se dictaron 620 sentencias, ocho de ellas por detención ilegal, una por secuestro condicional, 213 por amenazas, 67 por coacciones y 238 por violencia familiar (doméstica o de género) y acoso.
En cuanto a los delitos contra la integridad moral se abrieron 1.404 diligencias, de las que 1.349 son de violencia machista y maltrato habitual, cuatro a torturas -dos casos en Pontevedra y otros dos en Lugo-, siete contra la integridad moral por autoridad o funcionario y una por la omisión del deber de impedir torturas. Además se incoaron 22 asuntos por acoso laboral y otros dos por acoso inmobiliario.
Los delitos sexuales llevaron a 115 personas al banquillo. En el último año los fiscales abrieron en Galicia 1.044 diligencias: 341 por agresión sexual, 16 por violación, 332 por abusos, 60 por acoso, 15 por prostitución de menores, 27 por utilización de niños con fines pornográficos, 72 abusos a menores, 47 por distribución de material pornográfico infantil y 20 por exhibición y provocación sexual a menores.
