Tras un año de investigación, el Juzgado de Instrucción número 1 de Vigo ha cerrado la investigación sobre un septuagenario por presuntos abusos sexuales a dos niñas de 13 años de edad a quienes engatusaba con regalos. La magistrada ha dictado un auto judicial en el que ordena continuar las diligencias por los trámites del procedimiento abreviado con respecto al imputado al estimar que, de las pruebas practicadas, está indiciariamente acreditado que habría cometido delitos de abuso sexual, corrupción de menores y posesión ilegal de armas. Juan Carlos A.G., empresario jubilado, de 71 años y sin antecedentes antes de estos hechos, fue juzgado recientemente por quebrantar la orden de alejamiento de una de sus víctimas y fue condenado a pagar una multa. Tras ganarse la amistad de las familias y de las niñas, se las llevaba de paseo en un descapotable y las colmaba de regalos para abusar de ellas.
El auto, con fecha 20 de diciembre, sostiene que el septuagenario aprovechó la relación de amistad que le unía con la madre de una de las adolescentes para acercarse a la niña y tras ganarse su confianza y ser considerado "como uno más de la familia" recogía a la niña en el colegio casi a diario. En el verano de 2016 "con el pretexto de que podía ayudarla a ser modelo", según el escrito judicial, le pidió que le mandase una foto y lo hizo a través de WhatsApp. Después le solicitó nuevas fotos en ropa interior o parcialmente desnuda, y la niña realizó al menos nueve envíos. El hombre le daba a la menor entre 10 y 20 euros por cada una de ellas.
Poco después, siempre según el auto judicial, se llevó a la niña a su oficina, en unas seis o siete ocasiones, y le pedía que se desnudara, cosa que él hacía en su presencia. En ocasiones el septuagenario se masturbaba y en otras le tocó los pechos y la vagina a la menor. Hechos similares, según la magistrada, ocurrieron al menos en otras tres ocasiones en casa del investigado. En cada una de estas ocasiones le dio a la niña un importe que rondaba los 25 euros.
El último encuentro tuvo lugar en noviembre de 2016. El acusado llevó a la menor a su oficina, se quitó la ropa se masturbó dándole dinero al día siguiente, según apunta la instrucción judicial practicada.
La segunda víctima, según el auto, es una amiga de la primera, de 14 años. Comenzó a tener contacto con ella porque al igual que a su amiga la recogía en un coche descapotable a la salida del colegio., y también se relacionaban a través de WhatsApp. El relato de los hechos recoge que a esta aniña también le pidió fotos en bikini o sujetador. El algunas ocasiones en que se quedó a solas con ella en el coche, le habría tocado el pecho y la zona del abdomen, diciéndole que tenía un problema de desarrollo y "que tendría que desvirgarla científicamente".
En el registro de la oficina del acusado, la Policía Nacional intervino un bastón metálico colgado en la pared, que resultó ser un arma de fuego disimulada, pues se trataba de un bastón-pistola apto para el disparo y catalogada como arma prohibida.
La magistrada de Instrucción 1 de Vigo considera que los hechos descritos pudieran ser constitutivos de un delito de abuso y corrupción de menores y otro de tenencia ilícita de armas. Tras la resolución en la que ordena la tramitación del caso como procedimiento abreviado, se ha dado traslado a Fiscalía y demás acusaciones para que formulen sus escritos. Tras este paso se dictará previsiblemente el auto de apertura de juicio oral y será el turno para que la defensa presente también sus alegaciones.
