La celestina de la hostelería

La Federación de Turismo y Hostelería de Pontevedra facilita un programa integrado de empleo en el que también busca perfiles que tengan encaje en cada oferta de trabajo

Jose Luis Espacio camarero de Varadero

Jose Luis Espacio camarero de Varadero / José Lores

“Si hubiera 6.000 personas nuevas que estuvieran dispuestas a trabajar en hostelería, serían absorbidas por el sector de mayo a septiembre en la provincia”. La Federación Empresarial de Turismo y Hostelería de Pontevedra –Feprotur– mantiene para su época fuerte cifras de demanda de mano de obra similares a las del año pasado. Y ante esta necesidad, su gerenta, Beatriz Carballido, sostiene que son conscientes de la necesidad de “mimar” a los trabajadores para “fidelizarlos” en el sector. Así es que ellos también han cambiado su forma de trabajar y, en vez de ofrecer simples servicios de inserción –con una bolsa de demandantes de empleo a los que enviar oferta– cuenta que ahora se esfuerzan más en labores de “prospección”: buscar esos perfiles que encajen mejor en el puesto y que sea “realmente una pareja bien avenida”.

Como en el programa integral de empleo, que llevan a cabo en colaboración con la Consellería de Empleo y en el que trabajan con un centenar de personas, ofreciéndoles formaciones dirigidas a diferentes ámbitos: camareros de sala, de pisos, de catering... “Son gente que tiene especial dificultad para entrar en el sector”, explica la gerenta. Ya están trabajando 60.

Un ejemplo de ello es Beatriz Sives, que está ahora en período de prueba en Cambalache. Experiencia en hostelería no le falta a esta uruguaya de 52 años, que lleva 22 en Vigo. Empezó en ella al poco de superar la mayoría de edad. Y le “gusta mucho”. “Es un servicio necesario que me hace sentir bien. Soy servicial y me siento útil. Me gusta el trato directo y dinámico con las personas”, cuenta. Pero las condiciones no son siempre las mejores. Estaba enlazando un contrato con otro como camarera en eventos, cuando Feprotur le contactó “para conseguir un puesto de trabajo mejor y más estable”. “Me dieron formación y me ayudaron a buscar algo más fijo”, cuenta.

Beatriz Sives, en el restaurante Cambalache

Beatriz Sives, en el restaurante Cambalache / José Lores

José Luis Espacio, de 19 años, contactó con la federación a través del Servicio Público de Empleo Estatal. Él quería trabajar en cualquier sector para ganar algo de dinero mientras estudia el Ciclo Superior de Medios Audiovisuales. Le ofrecieron un curso de sala y barra, que le gustó tanto “por el ambiente”, como por lo que le enseñaron”. Agradece haber aterrizado con esa “base”. Ha descubierto que la hostelería no se le da mal. “Me veo bien. He aprendido mucho y cada día cojo más confianza en mí mismo”, explica y añade que lo mejor es el contacto con el público. “Me agrada esa comunicación, le estoy cogiendo gusto”, resalta.

Más allá de este plan de formación integral, la federación tiene un servicio con el que hace más de dos millares de orientaciones al año –algunas personas hacen varias–. “Por la necesidad de mano de obra, ahora la gente puede elegir, por eso trabajamos para animarlos a que se queden en el sector”, explica Carballido. Así es que van más allá de los cursos de formación y realizan también talleres de motivación o charlas con psicólogos para abordar más cuestiones. “Que se sientan queridos, necesitados y valorados”, resume.

El perfil de los curriculums que pasan por sus manos es de todo tipo, pero hay uno en el que están centrando sus esfuerzos: el de aquellos que han sufrido una ruptura en su carrera laboral. Como una mujer que la abandonara para el cuidado de hijos o mayores y que quiere volver con más de 50 años; un profesional del metal que se dañara la espalda y, tras años de rehabilitación, desee trabajar pero no pueda en ese sector; un marinero que quiera volver al mar... “Es gente muy válida, que puede aportar mucho –como el conocimiento de la materia prima del marinero–, que se perdieron y queremos recuperarlos”, subraya.

Consecuencias de la falta de personal

La escasez de mano de obra en la hostelería está teniendo ya sus consecuencias, según explican desde Feprotur. Su gerenta cuenta que hay hoteles de Sanxenxo que no están ofertano restauración más días a la semana porque no encuentran camareros para ello. En la ciudad de Vigo, lo que están percibiendo principalmente es un recorte en el horario de apertura al público, aunque también hay ejemplos de establecimientos que optan por cerrar más días porque no encuentran gente para cubrir los días de descanso.

Aumentan los estudiantes que quieran trabajar en vacaciones

En Feprotur están percibiendo un creciente interés de alumnos universitarios por trabajar en hostelería solo en verano. Tienen “microformaciones” para que jóvenes sin experiencia lleguen a los puestos con un conocimiento básico que ayude a ambas partes. Por ejemplo, tienen previsto ofrecer una breve formación en el mes de junio de “acarrea platos”. Es un colectivo que para el sector sería muy importante incorporar para poder atender el aumento de trabajo de la etapa más fuerte, la estival, que está empezando.

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