El pequeño municipio de Les Cabanyes (Barcelona) permanece desde ayer consternado por el suicidio acordado por un matrimonio tras acabar con la vida de su hija, de 28 años y con una discapacidad psíquica, en un suceso ocurrido en Pontons al que el alcalde de la localidad admite que no le encuentran explicación. La pareja dejó explicado por escrito el porqué de la desesperada actuación realizada.

"Era una familia muy normal, como cualquiera del municipio. Hace 24 años que vivían aquí, estaban muy implicados en los temas sociales, en la colaboración entre vecinos, para colaborar en las fiestas, para colaborar en cualquier cosa", afirmó el regidor, Francesc Ramon Olivella. Según el alcalde, la hija pasaba los días laborables en un centro especializado y los sábados y domingos volvía con sus padres. "La veíamos los fines de semana pasear con la familia por el pueblo", agregó. La pareja tenía otro hijo, mayor que su hermana, casado y que vive fuera de la localidad.

Este suicidio, del que el matrimonio informó a la policía justo antes de cometerlo, ocurrió el jueves por la noche, cuando los tres integrantes de la familia fueron en un vehículo a una zona apartada en una carretera local de Pontons y allí acabaron con su vida, de forma acordada, utilizando un arma de fuego. El padre, que era cazador, estaba jubilado tras su paso por el sector bancario, mientras que la madre aún trabajaba como enfermera en el Hospital Comarcal de Vilafranca.

Los Mossos d'Esquadra explicaron que hacia la medianoche el progenitor, de 61 años, llamó a la comisaría de la policía catalana en la comarca barcelonesa del Alt Penedès para informar que tenía la intención de suicidarse junto con su pareja, de 57 años, y su hija.

Los agentes fueron rápidamente al lugar que les había detallado el hombre y, en un camino de tierra de Pontons, en la BV-2441, hallaron los tres cadáveres tumbados en el suelo. La principal hipótesis es que el hombre disparó en primer lugar con una escopeta a su hija, después a su mujer y a continuación acabó con su vida, ya que tenía el arma de fuego encima de él.

Los Mossos investigan si alguno de los miembros de la pareja había contraído una enfermedad recientemente y decidieron suicidarse y llevarse con ellos a su hija para que nadie tuviera que cargar con ellos. Según las fuentes consultadas, los padres también podrían haber optado por esta trágica decisión para evitar que la joven continuara sufriendo debido a su estado.

Cuando el hombre llamó a la policía para avisar de que iban a cometer el suicidio, detalló exactamente el lugar en el que estaban, con lo que los investigadores creen que su intención era garantizarse que fuera la policía quien hallara los cadáveres. Al parecer las tres víctimas dejaron varias notas de suicidio en una furgoneta cercana dirigidas a su otro hijo.