Todavía sigue estudiando a fondo la sentencia, pero el fiscal antidroga de la provincia de Pontevedra, Luis María Uriarte, realizaba ayer una primera valoración mostrando su satisfacción con el fallo dictado por los magistrados, que asume, salvo puntuales excepciones, las tesis que él sostuvo en el juicio en Vigo, por lo que no presentará recurso: "Tengo que verla bien por si existiese algún defecto jurídico por el que tuviera que recurrir, pero por lo de ahora considero que está correcta; tiene un alto nivel jurídico y está bien fundamentada".

La sentencia se conoce casi nueve años después de que las primeras intervenciones telefónicas dieran origen a la investigación y tras una larga instrucción judicial dirigida por la magistrada Marisol López, así como un juicio que duró ocho jornadas. "Ha sido un caso importante por la cantidad de dinero blanqueado y por su complejidad; había muchos imputados y numerosa documentación", ilustra el fiscal, concretando que la causa ocupaba unos 50 tomos y destacando la "espectacular investigación" que llevó a cabo el Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA).

Tras apuntar que esta sentencia de blanqueo se une a otras recientes por el mismo delito dictadas también por la Audiencia Provincial de Pontevedra como las del arousano Roberto Leiro o la de David Pérez Lago, hijastro de Oubiña, afirma que en el caso de Culebra se cumplieron los tres requisitos que se exigen para el delito de blanqueo derivado del tráfico de drogas: la existencia de una relación del acusado con el narcotráfico, un patrimonio desproporcionado a sus ingresos y la inexistencia de negocios lícitos que justifiquen esa fortuna.

La sentencia discrepa con lo que solicitaba el fiscal en cuestiones puntuales. Una es la absolución de una acusada y otra, la reducción a 6 meses de la pena a Carlos Rocha. En el último caso, aunque Uriarte acusaba de delito doloso, no cerró la puerta en su informe final en el juicio a que pudiese ser imprudente.