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El fin de una larga fuga

Capturada cuatro años después en Palencia la mujer que raptó a su hijo en Redondela

Su novio está encarcelado por ayudarles a huir. El niño, que entonces tenía un año, sigue desaparecido

Agentes de Policía en el exterior del complejo donde estaba atrincherado el secuestrador. // R. Grobas

La pista de Emilia M.F. se perdió el 23 de enero de 2011 cuando secuestró a su hijo de año y medio en el centro de acogida de Aldeas Infantiles en Redondela y huyó en el turismo de una de las cuidadoras a las que su novio mantuvo retenidas a punta de cuchillo durante cinco horas para darle tiempo a escapar. La orden de búsqueda y captura de la madre y el niño seguía en vigor desde entonces pero sin éxito, hasta que en un control rutinario en Palencia este verano se identificó a Emilia y a uno de sus hermanos. Sobre ambos pesaban requisitorias judiciales y fueron detenidos. Desde el pasado 15 de julio Emilia permanece ingresada en el centro penitenciario de Topas en Salamanca. El juicio por el rapto del menor, del que sigue sin haber rastro alguno aunque se sospecha que está con sus familiares, no es el único que tiene pendiente en su largo historial policial de hurtos y robos pro toda España.

Su novio, el ciudadano portugués Bruno P.T., que mantuvo como rehenes a dos educadoras de la casa de acogida y que fue reducido por efectivos del cuerpo de élite policial GOES en el interior de la vivienda, cumple ya condena por estos hechos pues fue juzgado en octubre de 2012 y aceptó en la Sección Quinta de la Audiencia con sede en Vigo 9 años y medio de prisión. Tras pedir perdón a las monitoras secuestradas alegó que había actuado por amor, pero también bajo el efecto de distintas sustancias estupefacientes pues era adicto a las drogas. De hecho mientras retenía a las educadoras llegó a tomarse varios tranquilizantes, lo que facilitó que se adormeciera. Momento en el que las víctimas abrieron la puerta de la vivienda para huir y los GOES entraron a detenerle.

En enero de 2011 Emilia, de 35 años y natural de Sevilla, acababa de perder la tutela de su hijo más pequeño, de apenas año y medio, tras ser detenida en Bilbao y ya le había pasado lo mismo años antes con otro hijo algo mayor. Sus reiterados problemas con la Justicia y los antecedentes de toxicología que arrastraba le llevaron a perder la custodia de los dos niños, que fueron tutelados por la Xunta de Galicia. Aquel 22 de enero acudió al complejo de Aldeas Infantiles a las 12 del mediodía para ver a su hijo pequeño. Tenía cita y permiso para estar con él durante una hora.

La mujer no iba sola. La acompañaba su pareja Bruno P.T., también con numerosos antecedentes policiales y tenían muy claro que se iban a llevar al niño. Bruno, a punta de cuchillo, intimidó a las dos educadoras y las retuvo para que Emilia se diera a la fuga con el pequeño. Para ello utilizó el coche de una de las educadoras a la que exigieron las llaves. El hombre se atrincheró dentro al vivienda con sus rehenes y la Policía Nacional alertada de lo que ocurría puso en marcha el protocolo de secuestros. Varias unidades de los GOES se desplazaron a Redondela desde su base en A Coruña y numerosas patrullas cerraron el perímetros de Aldeas Infantiles, un complejo formado por varios chalés en el interior de un recinto. Un negociador de la comisaría de Vigo inició el contacto con el secuestrador. Pasadas las 17.30 horas las dos educadoras consiguieron escapar y los agentes redujeron al secuestrador. "Se que con mis antecedentes voy a la cárcel, por eso no me entregué antes" manifestó al ser detenido. Desde entonces se perdió la pista de madre e hijo, si bien los investigadores apuntaban que podrían ocultarse con al amplia familia de ella distribuida por numerosas provincias españolas y Portugal. Un control rutinario puso fin a la fuga de Emilia, de su hijo por el momento nada se sabe. El niño tiene ahora ya 5 años.

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