Guardias civiles, posibles testigos o médicos que avalen con informes o testimonios las supuestas lesiones sufridas por los guardias civiles la noche en que trataron de proteger al abogado defensor del guardia civil imputado por supuestas amenazas graves contra Olegario Giménez "Morón", "rey de los gitanos". Contra todos ellos están dispuestos desde la Sociedad Gitana de Galicia a interponer las denuncias que fueren necesarias, tal y como avanzaron en rueda de prensa esta mañana Sinaí Giménez -hijo de Olegario Giménez- y Miguel Valverde, vicepresidente del colectivo.

De este modo, pretenden adelantarse a las acciones que los agentes de la Guardia Civil pudieran tomar al hilo de la tumultuosa salida de los juzgados de Tui del letrado, el pasado mirércoles, que permanece ingresado en el servicio de Urgencias del Hospital do Meixoeiro de Vigo, con dos costillas rotas y laceración con hemorragia en el hígado. Los allegados al "Morón", alrededor de unas 100 personas, se exaltaron por la decisión del juez de dejar en libertad al agente de la benemérita y aseguran que el abogado salió del juzgado "en actitud chulesca y desafiante" y que escupió delante de unas mujeres, por lo que estas reaccionaron. Con todo, mantienen que en el "forcejeo" el hombre tropezó con un escalón y se cayó.

Aseguran sin embargo que en "ningún momento" se agredió al abogado Roberto Carrero e insisten en que las lesiones se deben a un tropezón, por lo que avanzaron también denuncias contra los médicos que firmen informes certificando lo contrario.

Dan incluso un paso más, al pedir que se investigue el proceder de la Guardia Civil en este asunto para conocer si algún alto cargo les "obligó" a denunciar los hechos -varios efectivos del Instituto Armado podrían haber resultado heridos durante el tumulto-. La Guardia Civil ha iniciado la instrucción de diligencias de oficio sobre este suceso y, de esta investigación, se deducirán los posibles delitos o faltas que pudieran haberse cometido.. Y señalan más arriba aún, al fiscal y a los responsables políticos, por si todo este conflicto difundido en los medios de comunicación pudiera ser una suerte de cortina de humo para despistar a los ciudadanos de los problemas de la crisis.

Respecto a la puesta en libertad del agente, explicaron que el arma que portaba "tenía balas en la recámara", por lo que consideran probado que estaba preparado para disparar y ponen sobre la mesa un ingrediente más, no exento de aristas: racismo. En este sentido, se preguntan cómo es posible que esta misma fiscal solicitara prisión para gitanos "por conducir sin carnet o robar cuatro hierros para darle de comer a sus hijos".