El letrado Roberto Carrero, que representa al guardia civil imputado por supuestas amenazas graves contra Olegario Giménez "Morón", "rey de los gitanos", permanece ingresado en el servicio de Urgencias del Hospital do Meixoeiro de Vigo, con dos costillas rotas y laceración con hemorragia en el hígado. El abogado resultó agredido en la noche del pasado miércoles por parte de familiares y allegados de "Morón", en el tumulto que protagonizaron tras conocerse el contenido del auto de la juez por el que dejó en libertad con cargos al guardia civil y al guarda forestal imputados tras prestar declaración.

En una breve conversación mantenida ayer con FARO DE VIGO, el letrado expresaba su confianza en recuperarse pronto. "Se supone que no va a haber problema, pero la cirujana está controlando mi evolución, por si es necesaria una operación", manifestó con un hilo de voz.

Roberto Carrero ingresó en el servicio de Urgencias del Meixoeiro después de ser evacuado en ambulancia desde Tui, donde yacía en el suelo, apoyado en el dintel de un portal, después de ser agredido y quedar malherido. Recuerda lo sucedido y relata que fue un joven con una cazadora verde y dos mujeres jóvenes quienes le propinaron la paliza: "Me molieron el cuerpo a patadas".

El jurista afirmó que será el Colegio de Abogados quien se personará en el caso por la agresión que recibió, que fue presenciada por varias de las muchas personas que estaban en la calle a aquella hora, alertadas por los gritos e insultos que el colectivo gitano dirigía a los numerosos agentes de la Guardia Civil apostados en la plaza de la Inmaculada de Tui, frente al edificio de los Juzgados. También había efectivos dentro, esperando la salida del guardia civil y del agente forestal que quedaron libres.

Agentes heridos

Al parecer, según se pudo saber a lo largo de la mañana de ayer, varios efectivos del Instituto Armado podrían haber resultado heridos durante el tumulto. La Guardia Civil ha iniciado la instrucción de diligencias de oficio sobre este suceso y, de esta investigación, se deducirán los posibles delitos o faltas que pudieran haberse cometido.

El guardia civil José A. P. G., defendido por el abogado de oficio herido y que quedó en libertad con cargos, prestó destacados servicios en el País Vasco que fueron reconocidos con varios galardones. Uno de sus destinos fue el de brigada en el puesto de A Guarda. En ese periodo fue cuando se le abrió expediente disciplinario para, posteriormente, ser trasladado a Boiro (A Coruña). En cuanto al guarda forestal, estuvo prestando servicio en el periodo de graves incendios acontecidos en Oia el pasado verano, lo que puso a prueba su eficacia en el servicio.