Una fuga de tres años que terminó el pasado 4 de noviembre en Madrid. El francés Kessi Djilali, cabecilla y único de los cuatro narcotraficantes que quedaba en paradero desconocido de la peligrosa banda francesa que se fugó de la cárcel de A Lama en 2007 y 2008, aprovechando los primeros permisos concedidos por el mismo juez de Vigilancia Penitenciaria, ha sido detenido y permanece ingresado en una prisión madrileña a la espera se su traslado al penal pontevedrés, según fuentes de Instituciones Penitenciarias.

Sobre él pesaba una orden de búsqueda y captura internacional emitida por la Sección Quinta de la Audiencia en Vigo desde que el 2 de noviembre de 2007 no regresó a la cárcel de Pontevedra tras un permiso

Los cuatro narcos franceses, Kessi Djalili (de origen argelino), Michel Nicolas Chevalley, Oliver Luis Marcell Cassarini y Bruno Yves Dell´Agnol (de raíces colombianas), fueron condenados en 2006 a penas que suman 50 años de prisión (12,5 años para cada uno), así como al pago de una multa de 8 millones de euros por los delitos de tráfico de drogas y tenencia ilegal de armas.

El grupo permanecía en prisión desde que, en junio de 2004 fue desarticulado en una operación de la Guardia Civil que permitió la incautación de un alijo de 124 kilos de cocaína en un chalé de Panxón (Nigrán), desembarcada de un catamarán que apareció abandonado en la desembocadura del Miño. En el registro de la vivienda se intervinieron varios revólveres y pistolas, documentación falsa, y una zódiac.

La Benemérita se fijó en ellos en un primer momento a raíz de la vigilancia especial llevada a cabo tras los atentados terroristas del 11-M en Madrid. Los "rasgos árabes" de dos de ellos levantaron la sospechas de los agentes. Finalmente se descartó cualquier vinculación de estos franceses con el terrorismo islámico, pero su seguimiento llevó a los investigadores al alijo de cocaína en Panxón.

Kessi Djalili, cabecilla del grupo, fue el primero en obtener un permiso penitenciario en noviembre de 2007, y el primero que ya no regresó a la cárcel de A Lama. De forma escalonada siguieron sus pasos el resto del grupo en apenas tres meses, pese a las alarmas que saltaron cuando el primero de ellos quebrantó la condena.

Sus tres compañeros fueron detenidos meses después en Portugal y extraditados a España, para cumplir el resto de la condena que, en principio se prolonga hasta el año 2016.

El primero en caer, Bruno Yves, fue capturado en octubre de 2008 en Portugal; en febrero de 2009 caían también en el mismo país Michael Chevalley, fugado desde diciembre de 2008, y Olivier Marcell, que se había escapado un mes después que su compañero en una fuga anunciada por FARO de VIGO. Con la detención del cabecilla, toda la banda vuelve a estar en prisión.