Entrevista

"Comprar una camiseta de dos euros por internet es comprar contaminación y explotación laboral"

Clara Tomé, que desfiló como modelo por pasarelas de todo el mundo, alza ahora su voz como activista ambiental y embajadora del Pacto Climático Europeo

Clara Tomé.

Clara Tomé. / @IAMCLEER / INSTAGRAM

Valentina Raffio

Clara Tomé (1997, Palencia) empezó a trabajar como modelo mientras cursaba sus estudios de derecho. Con mucha dedicación y esfuerzo, la joven consiguió poco a poco empezar a colaborar con grandes marcas, desfilar por pasarelas de todo el mundo y posicionarse en la senda soñada por muchas. "Durante unos años, el afán por triunfar en la industria de la moda me puso una venda ante los ojos. Pero cuanto más tiempo pasaba más me daba cuenta de todo lo que estaba mal", explica. "La industria de la moda es insostenible. Es una de las más contaminantes del globo y en muchos casos esconde prácticas de explotación laboral", comenta Tomé, quien ahora alza su voz como activista ambiental, embajadora del Pacto Climático Europeo y miembro de la red de 'verificadores climáticos' lanzada por Naciones Unidas, Tiktok y Purpose.

No es muy habitual ver a una modelo alzando la voz contra la industria de la moda.

Sí. Estamos muy acostumbrados a ver a las modelos como maniquíes sin voz ni voto. Pero ha llegado el momento de que nosotras, desde dentro, alcemos la voz contra las prácticas insostenibles de esta industria. Solo necesitamos que algunas den el paso para iniciar un efecto dominó y que la gente sea cada vez más consciente del problema.

Visto desde dentro, ¿qué es lo que más te preocupa de la industria de la moda?

La gente no es consciente de la cantidad tan enorme de ropa que se produce. Las marcas de ropa rápida contratan a varias modelos para posar con entre 100 y 150 conjuntos al día durante cinco días a la semana, de forma constante. Estas prácticas de producción masiva no tienen ni pies ni cabeza. Sobre todo si tienes en cuenta que, muchas veces, las marcas producen de más adrede. Y que muchas de las prendas que no se venden acaban tiradas, sin estrenar y hasta con las etiquetas, en vertederos del sur global.

"Muchas de las prendas que no se venden acaban tiradas en vertederos del sur global"

¿Compramos demasiada ropa?

Sí. En gran parte por la necesidad que nos inculcan desde la misma industria de comprar y comprar para estar en línea con la última tendencia. En los últimos años, además, han surgido cada vez más 'influencers' que promocionan las compras compulsivas en marcas de ropa rápida. Es un problema enorme porque están creando necesidades que no existen. Sobre todo entre la gente joven.

Nunca había sido tan fácil conseguir una camiseta por dos euros por internet. Además, de marcas que producen en la otra punta del mundo.

Y eso es un problema enorme. Detrás de ese precio hay prácticas ambientales insostenibles, explotación de recursos naturales, cantidades ingentes de contaminación y dinámicas de esclavitud moderna porque, aunque mucha gente todavía no lo sepa, la gente que las fabrica estas camisetas cobra céntimos por ello. Comprar una camiseta de dos euros por internet es comprar contaminación y explotación laboral. Apoyar estas marcas de 'fast fashion' implica apoyar todo lo que hay detrás de ellas.

Cada vez son más las marcas que afirman apostar por la sostenibilidad. ¿Es una buena señal?

No. Porque en la mayoría de casos solo lo hacen para atraer más consumidores. Porque saben que eso vende. Pero si vas a mirar en qué consiste realmente lo "sostenible" el esfuerzo es mínimo. Da igual si dedicas un porcentaje minúsculo de las ventas a salvar pangolines si luego contribuyes a la contaminación de sus hábitats y alimentar una crisis que está acabando con cientos de especies. El problema de la moda no se soluciona con una colección sostenible, sino cambiando el sistema.

"Apoyar estas marcas de 'fast fashion' implica apoyar todo lo que hay detrás de ellas"

¿Y qué hacemos para acabar con todo esto?

Cada vez son más las activistas que hablan de 'desinfluenciar'. Es decir, explicar qué hay detrás de la moda rápida y explicar alternativas de consumo. Al final se trata de algo tan sencillo como mostrar la realidad detrás de esta industria. Y de replantearnos por qué consumimos, qué hay detrás de cada compra y, en general, la responsabilidad que tenemos como ciudadanos. Es una cuestión de despertar empatía y conciencia.

Tu discurso contra la industria es muy crítico. ¿No sientes que te estás tirando piedras sobre tu propio tejado?

Sí. Y soy consciente de ello. Ahora mismo gran parte de mis ingresos vienen de esta industria pero a la vez sigo trabajando en mi carrera como jurista ambiental, comunicadora y productora audiovisual. Mientras, quiero aprovechar el altavoz que tengo como modelo para concienciar sobre todos estos problemas y mostrar que hay alternativas. Si con esto consigo que una sola persona abra los ojos habré cumplido mi objetivo.

"Para mí, la moda es comprar lo mínimo indispensable. Apostar por prendas de segunda mano. Reutilizar lo que tienes en tu armario"

¿Entonces qué es para ti la moda?

Para mí, la moda va mucho más allá de comprar, de una etiqueta, de una prenda en sí. Moda es entender los aspectos sociales y medioambientales que hay detrás de cada pieza. En mi caso, la moda es comprar lo mínimo indispensable. Apostar por prendas de segunda mano. Reutilizar lo que tienes en tu armario. Y consumir de forma responsable. Yo, por ejemplo, tiro mucho de la ropa que ya tengo. O de la de mi prometido. El año pasado solo me compré dos cosas y este año ninguna. Si puedo tirar con lo que ya tengo, ¿para qué voy a querer comprar más? 

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