Innovación

Un árbol que germina de las cenizas de los fallecidos: el invento de una funeraria mallorquina que convierte tu cuerpo en una planta

Una empresa mallorquina patenta en 157 países una urna que se nutre de los restos cremados para dar vida a catalpas

El invento ha nacido después de seis años de investigación y pruebas con un centenar de especies vegetales

Un árbol que germina de las cenizas de los fallecidos.

Un árbol que germina de las cenizas de los fallecidos.

Irene R. Aguado

Morir y reencarnarse en un árbol. Esa es la idea que el mallorquín Pedro Ramis, junto a todo un equipo de expertos, ha investigado durante seis años para dar paso a la primera compañía del mundo que logra que germine un árbol de las cenizas crematorias con una urna que hace las veces de maceta y que ya está patentada en 157 países.

"Todo empezó cuando murió un familiar de leucemia con 15 años. En el tanatorio nos ofrecieron una urna que debía convertir su cuerpo en un árbol. Lo probamos y no funcionó, fue una decepción. Todo lo que ofrecía el mercado en ese momento eran engaños", recuerda Ramis: "A raíz del dolor que nos generó esa etapa, empezamos un proyecto con un laboratorio y un equipo de científicos que investigó durante seis años", continúa. El resultado se materializó en una urna de porcelana equipada con alta tecnología que se nutre de las cenizas para dar vida a una catalpa, un árbol con hojas acorazonadas y flores blancas similares a orquídeas. "Pusimos a prueba un centenar de especies vegetales y elegimos la catalpa porque tiene una vida aproximada de dos siglos, no está catalogada como invasora y se adapta en exteriores e interiores en prácticamente toda Europa", detalla el CEO y fundador de Semper Vivens.

El CEO de la compañía, Pedro Ramis.

El CEO de la compañía, Pedro Ramis. / SEMPER VIVENS

La empresa con sede en Mallorca comercializa la urna desde marzo de este mismo año, está trabajando en una licitación con el Ayuntamiento de Palma y ofrece su invento en todos los cementerios de la isla a través de la Asociación Española de Empresas Funerarias con precios desde los mil euros. Se trata de un kit con varios utensilios, entre ellos la urna de porcelana, un cucharón de oro para manipular las cenizas, un foco o varios recipientes con distintos líquidos que hay que verter. La idea es seguir una serie de pasos "muy sencillos" (el kit contiene instrucciones detalladas y vídeos explicativos), asegura Ramis, para que la planta germine y empiece a crecer alimentándose de los restos del fallecido.

El proyecto también tiene una parte artística. La urna en cuestión está diseñada por el ceramista mallorquín Joan Pere Català Roig, uno de los más reputados del Mediterráneo y merecedor de varios premios. Se inspiró en la línea de cerámica artística a Moon Jar por su significado espiritual y su vínculo con la naturaleza. El color blanco de la urna tampoco es casual: "Es el que mejor representa la pureza y la paz que queríamos representar", añade el empresario mallorquín.

El ceramista Joan Pere Català muestra su creación.

El ceramista Joan Pere Català muestra su creación. / SEMPER VIVENS

Además del arte, la parte tecnológica de la urna la desarrolla el prestigioso instituto técnológico metalmecánico Aidimme, que se encarga de replicar la investigación científica que lideró durante años el doctor Alberto Lloret y que ha supuesto "un hito en el sector funerario", asegura el CEO de la empresa. Lo cierto es que el proyecto ha sido seleccionado como una de las principales candidaturas al premio internacional Green Product Award 2024, que condecora a los productos más sostenibles del año.

Preguntado por otros productos en el mercado con promesas similares, Ramis recuerda que no son eficientes y tampoco respetuosas con el medio ambiente: "Que la urna sea biodegradable no significa que sea ecológica si su contenido es contaminante", recuerda el fundador de Semper Vivens, que añade que su compañía ha patentado la primera urna sostenible y con el cien por cien de garantías de germinación de la semilla.

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