La mitad de los jóvenes que consume porno admite que ve demasiado y no puede reducirlo

Efe

Seis de cada diez jóvenes en España (62,5%) consumen pornografía –un 72,1 % en el caso de los chicos– y, de estos, casi la mitad admite que ve demasiado (45,8%) y que ha intentado reducirlo pero no ha podido (45,7%). Estas son algunas de las cifras que arroja el informe ‘Juventud y pornografía en la era digital. Consumo, percepción y efectos’ de la Fundación Fad Juventud, realizado a través de una encuesta a 1.259 personas entre 16 y 29 años y entrevistas con expertos en sexualidad, educación y género.

El estudio, presentado ayer en Madrid, ahonda en los efectos de la pornografía en las relaciones sexuales de quienes lo consumen. La mitad de los jóvenes que ve porno cree que ve demasiado (al 16,5% le pasa con mucha frecuencia o a menudo) y reconoce que ha intentado bajar el consumo sin éxito (el 22,9% con mucha frecuencia o a menudo).

Para el 35% el porno afecta negativamente a ámbitos importantes de su vida, como el rendimiento educativo/laboral o el sueño y el 52,6% de los jóvenes que invierten dinero en pornografía ha sentido en algún momento que gastaba demasiado en ello, un 10,7% con mucha frecuencia.

Aspectos positivos

En la otra cara de la moneda, el informe apunta que “en general, el porno influye mucho o bastante en aspectos positivos de la sexualidad” de los jóvenes. En este sentido, el 59,8% de los consumidores señala que le ha llevado a experimentar más en sus relaciones, a conocer y comprender mejor el sexo (56,1%), y a tener una mayor satisfacción (49,3%). Índices, todos ellos, en los que destacan notablemente los chicos por encima de las chicas.

Por sexo, ellos son los que consumen más porno, de cualquier tipo: 22,4% de los chicos lo ve diariamente y la mitad (48,1%), al menos una vez por semana, frente al 2,1% y el 13,6% de las chicas.

La mayoría accede por primera vez a este contenido alrededor de los 13 años.

Preguntados por el tipo de contenido, el 55,8 % del total de jóvenes que ven porno admite consumir el que muestra violencia física o verbal, ya sea de forma ocasional (31,3%), con cierta frecuencia (14,2%) o con mucha (el 10,3%).