Pirotecnia: la pesadilla de algunas mascotas

Expertos aportan estrategias para minimizar sus efectos en los animales de compañía, que, en algunos cuadros más graves, pueden llegar a necesitar medicación

Un perro asustado se esconde debajo de un sofá. |

Un perro asustado se esconde debajo de un sofá. | / M. González

M. González

M. González

Miedo, ansiedad, fobias, ladridos o maullidos excesivos, temblores... Son algunas de las consecuencias que experimentan algunas mascotas expuestas al ruido de los petardos o de los fuegos de artificio tan habituales en estas fechas veraniegas con motivo de las diversas festividades locales o parroquiales.

Tradicionalmente, la pirotecnia ocupa un lugar destacado en la programación de muchas fiestas, pero, lejos de suponer un motivo de alegría, para muchas mascotas puede llegar a ser una auténtica tortura. Y es que los perros y los gatos son especialmente sensibles al ruido que genera la explosión de dichos fuegos de artificio. Su oído es mucho más sensible que el de un humano, por lo que su detonación podría afectar de forma física y psíquica a su bienestar y tranquilidad. Además, el estallido de un petardo es totalmente inesperado para ellos, lo que aumenta su sensación de malestar.

Xiana Costas, veterinaria especialista en comportamiento de perros y gatos, constata que “las mascotas, al igual que las personas, pueden sufrir fobias a distintos estímulos”, refiriendo que los miedos y sus problemas derivados son “uno de los primeros motivos de consulta” que suele tener. “Hasta más o menos la mitad de los perros tienen algún problema relacionado con el miedo, siendo también muy frecuente en los gatos”. Costas, además, indica que “la fobia a los ruidos fuertes es muy frecuente porque su sentido del oído es mucho más sensible que el nuestro”.

“La fobia a los ruidos fuertes es muy frecuente porque su sentido del oído es mucho más sensible que el nuestro”

Xiana Costas

— Veterinaria etóloga

Los signos clínicos de esta exposición van desde los temblores, jadeos, problemas digestivos, e incluso se pueden producir diferentes estrategias de conducta de respuesta ante ese miedo, como, por ejemplo, querer escaparse. “Es importante cuando estás en la calle saber que no te vas a encontrar con esa situación, porque se puede escapar y puede tener algún accidente o lo pueden atropellar”, advierte.

También pueden tener el instinto de querer esconderse. “Es una estrategia con la que les podemos ayudar. Ofrecerles un sitio seguro, aislado de los ruidos para que se sienta protegido”. Y aquí apunta que algunos “pueden incluso buscar al tutor, para sentirse protegidos, mientras que otros prefieren estar solos y pasarlo tranquilos”.

Incluso muestran señales como quedarse paralizados o, si el miedo es mucho, el cuadro puede derivar en agresividad o en destrozos. “Es lo que en inglés se llama “las 3 F”: fight, fly and freeze (luchar, escapar o quedarse congelado)”, indica.

Por su parte, Pedro Estévez, veterinario con un máster en etología y bienestar animal por la Universidad de Zaragoza y veterinario acreditado por Avepa (Asociación de veterinarios especialistas en pequeños animales) en medicina del comportamiento, habla de dos tipos de consecuencias por la exposición a estos ruidos: “A corto plazo, pueden presentar cuadros de ansiedad de tipo fóbico, todo lo que implica un estrés agudo, con aceleración de pulso, jadeo, quieren escaparse, esconderse...”.

“Si la situación se repite en el tiempo, a veces hay un estrés de fondo y el animal está más intranquilo: puede haber problemas a la hora de comer, en el paseo, a la hora de dormir..."

Pedro Estévez

— Veterinario etólogo

A largo plazo, “si la situación se repite en el tiempo, a veces hay un estrés de fondo que queda latente durante unos días en los que el animal está más intranquilo y puede haber problemas a la hora de comer, en el paseo, a la hora de dormir... El sueño y la vigilila se pueden ver alterados”, advierte, al tiempo que incide en que “lo más llamativo son los efectos a corto plazo, con ese estrés agudo que sufren con el sonido de los fuegos y con la vibración, y que en muchos casos es objeto de consulta porque realmente lo pasan muy mal”, constata.

Estrategias

Existen estrategias que pueden ayudar a las mascotas a sobrellevar estos episodios de exposición al ruido, como la anticipación, aislarlos, en la medida de lo posible, del ruido, facilitarles un refugio donde se sientan seguros o acompañarle si así lo demanda el animal. “No debemos reñirles, haga lo que haga, en ese momento porque podemos empeorar el problema”, dice Costas: “Si está manifestando un miedo y, aunque desde nuestro punto de vista, se esté portando mal o muestre una conducta que puede que no sea buena para nosotros en ese momento, reñirle puede ser contraproducente. Simplemente debemos entender que lo está pasando mal, dejarle las estrategias que necesite y ayudarle para sobrellevar el miedo en ese momento y no pasa nada por acariciarle”.

También existen medicamentos si todos los recursos anteriores no funcionan. “Se pueden dar desde productos naturales, en casos más leves, hasta medicación, en casos más graves, para bajar la ansiedad de ese momento y que no tengan una experiencia tan mala”, destaca Xiana Costas.

“Se pueden dar desde productos naturales, en casos más leves, hasta medicación, en casos más graves, para bajar la ansiedad de ese momento y que no tengan una experiencia tan mala”

Xiana Costas

— Veterinaria etóloga

Existe, además, un tratamiento a largo plazo, en el que se trabaja individualmente la reducción del estrés o se realizan ejercicios de habituación a los sonidos. “Recomiendo a todo el que esté preocupado porque su perro o gato tenga este problema que piensen que es algo que hay que tratar durante el resto del año para que el tratamiento sea efectivo a largo plazo, tanto para esto como para cualquier problema de comportamiento”, advierte Costas.

La exposición al ruido puede acarrear consecuencias graves en algunos casos. “Si el perro se estresa mucho pueden, incluso, autolesionarse o desarrollar un comportamiento exagerado de exploración que les lleva a morder o tragar cosas, además de la merma del bienestar del animal en ese momento, claro”, añade Estévez, que afirma que “por suerte está aumentando la sensibilidad a este respecto y conozco algunas comisiones de fiestas que, conscientes de esto, han reducido las tiradas de fuegos”.

“Si el perro se estresa mucho pueden, incluso, autolesionarse o desarrollar un comportamiento exagerado de exploración que les lleva a morder o tragar cosas"

Pedro Estévez

— Veterinario etólogo

Por su parte, Costas constata también en los dueños de las mascotas “una mayor preocupación por el bienestar de los animales, no solo físico, sino también emocional”, subraya. “Veo gente muy concienciada en tratar estos problemas para que sus mascotas tengan una buena calidad de vida”. “También hay personas neurodivergentes que también tienen problemas con este tipo de estímulos creo que es importante, para que todo el mundo pueda disfrutar, que haya respeto por todos”, subraya.

Consejos para ayudar a las mascotas en la exposición a los ruidos de la pirotecnia

  • 1-Anticipación al momento del ruido

    Si sabemos que va a ocurrir y nuestra mascota tiene miedo, sería ideal sacarlo antes y evitar que le coja en la calle. También es recomendable alejarse de la zona.

    2-Aislar: cerrar ventanas y puertas

    Si estamos en casa, se puede aislar lo máximo posible al animal del foco del ruido. Incluso se puede encender la televisión o la radio para amortiguar el ruido.

    3-Crear una zona segura donde esconderse

    Tanto a los perros como a los gatos les gusta tener su propio refugio o escondite, en una zona tranquila, que esté, en la medida de lo posible, aislado del ruido.

    4-Estar con él si requiere tu presencia

    Se le puede acariciar y acompañar en el momento de mayor estrés, siempre y cuando lo tolere. Tampoco es aconsejable reñirle en ese momento, haga lo que haga.

    5-Medicamentos para casos graves

    En los casos más graves se les puede incluso recetar medicación. También existen tratamientos a largo plazo. Todos bajo la supervisión de un profesional.

Alternativas

Encarna Carretero, responsable de comunicación de ANDA (Asociación Nacional para la defensa de los animales), afirma que estos ruidos afectan a todo tipo de animales, incluso a los que se encuentran en granjas o en otros tipos de espacios. Hace un par de años la asociación participó incluso en una campaña en la que pedían la “prohibición o regulación” de este fenómeno como ya se ha hecho en algunos países y ciudades, ya que son episodios muy comunes también en épocas como Fin de Año. “Es importante que la gente se conciencie y que vea que los animales, como seres vivos que son, también sienten miedo, agobio o ansiedad y sufren igual que nosotros”.

En este punto, Carretero afirma que “existen alternativas” a la pirotecnia como “espectáculos de luz láser, colocar globos, decorar con luces led o guirnaldas... Alternativas hay pero hay que empezar a preocuparse por utilizarlas”. “Ya hay lugares donde se están empezando a preocupar por esto y pedimos a nuestra sociedad y a nuestros políticos que tenemos que avanzar, ir a mejor, no podemos perjudicar a nuestros animales de esa manera”.

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