Robada, tirada en la carretera y olvidada: el rocambolesco periplo de una virgen gallega

La talla pétrea, del siglo XVI, forma parte de un cruceiro pero tras su recuperación no fue devuelta a su emplazamiento original

Se halla encima de un banco, pegada a una cristalera, de espaldas a la calle, olvidada en la entrada del consistorio de A Pobra

Temeraria ‘custodia’ en A Pobra de una talla del XVI: encima de un banco a la entrada del consistorio

Temeraria ‘custodia’ en A Pobra de una talla del XVI: encima de un banco a la entrada del consistorio

Suso Souto

En abril de 2020, los vecinos de la localidad de San Isidro de Postmarcos, en A Pobra do Caramiñal, alertaron del robo de una valiosa imagen pétrea del siglo XVI que se veneraba en el denominado Cruceiro Novo. Se trataba de una imagen de la Virgen con el Niño Jesús en brazos, y alguien había aprovechado las circunstancias del confinamiento de la pandemia para robarla. La imagen estaba ubicada en uno de los característicos cruceros de capilla, en un cruce de caminos, y en 2012 se había sometido a una intervención de restauración.

Meses después, en agosto, el ladrón la abandonó a los pies de la carretera de Moldes a Palmeira, en Ribeira. Fue una conductora la que la encontró y dio aviso a la Policía Local, que la entregó al Concello.

Sin embargo, casi tres años después, la imagen sigue sin ser devuelta a emplazamiento originario. La edil de Cultura en funciones, Patricia Lojo, señaló a este diario que el ejecutivo local se planteó en su día encargar una copia de la escultura para colocarla en el crucero y poner así la original a buen recaudo, pero que aquel proyecto no se llegó a ejecutar.

La imagen está actualmente encima de un banco, pegada a una cristalera, de espaldas a la calle, olvidada en la entrada del consistorio. Un lugar que, evidentemente, ni es el más seguro ni tampoco el que merece una talla de cinco siglos de antigüedad.

En 2020 este robo se sumaba a otro cometido en enero de ese año en el municipio: el de la imagen de San Juan Bautista, que estaba situada en una hornacina en el exterior de una vivienda particular. Se trata de una figura labrada en piedra en el siglo XVII, de unos 60 centímetros de alto y unos 50 kilos de peso, catalogada como bien protegido por la Ley de Patrimonio Cultural de Galicia.

La Guardia Civil inició una investigación que apuntaba a que podría encontrarse en la zona de O Ézaro (Dumbría). Y, en efecto, en marzo de 2021, cuando los agentes del Equipo Roca de la Guardia Civil de Carballo realizaban una patrulla a pie por una zona de monte bajo, localizaron una bolsa de plástico de grandes dimensiones oculta entre la maleza, en cuyo interior estaba la valiosa talla.

Pero, dos años después de su recuperación, tampoco esta imagen está en su emplazamiento originario. La Guardia Civil la entregó entonces a sus propietarios, pero, de momento, siguen sin colocarla en la hornacina para que pueda ser contemplada por todos. Desde el Concello remiten a Patrimonio y, desde Patrimonio, al Concello. Pero, según la legislación de Patrimonio Cultural de Galicia, solo hay dos alternativas: su reposición en el monumento del que fue sustraída o su conservación en el museo más próximo.