La gripe aviar se acerca a los humanos

La cepa H5N1, altamente patógena, muestra mutaciones preocupantes que sugieren adaptación a los mamíferos | Provoca mortalidades nunca vistas en aves y lleva a algunas especies al borde de la extinción

Aves acuáticas en la marisma de A Foz, en Baiona.

Aves acuáticas en la marisma de A Foz, en Baiona. / MARTA G. BREA

Rafa López

Rafa López

La gripe aviar H5N1, altamente patógena, que mostró mutaciones preocupantes en el brote de la granja de visones de Carral (A Coruña) en octubre pasado, da pasos hacia el salto a humanos, aunque la Organización Mundial de la Salud (OMS) sigue considerando bajo el riesgo para la población. Lo último que se sabe es que unas muestras analizadas a un paciente chileno contagiado de este virus contienen mutaciones “preocupantes” que muestran señales de adaptación a los mamíferos –como los visones de Galicia, que fueron todos sacrificados–, aunque los Centros de Control de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos señalaron que el riesgo para las personas se mantiene bajo, y que es posible que esas mutaciones hayan ocurrido después, y no antes, de que el paciente fuera hospitalizado.

Desde el primer caso en humanos, registrado en China en 1999, se han constatado alrededor de 900 en todo el mundo, y siempre en trabajadores de granjas avícolas o personas que manipularon aves. La letalidad observada llega al 50 por ciento, pero no es un virus adaptado a humanos.

También es una seria amenaza para la industria avícola: Francia, primer país de la Unión Europea que toma medidas, encargó esta semana 80 millones de dosis para vacunar principalmente a sus patos de granja, fuente del apreciado fuagrás francés.

En cualquier caso, considerar el problema únicamente desde el punto de vista antropocéntrico sería un error. Estamos ante una panzootía –pandemia en animales– que ha acabado con 272 millones de aves desde octubre de 2021, y que está llevando a algunas especies en peligro al borde de la extinción. “Esta panzootía está provocando mortalidades de fauna silvestre nunca vistas –destaca Elisa Pérez-Ramírez, viróloga veterinaria del Centro de Investigación en Sanidad Animal (CISA) en Madrid y una de las mayores expertas de España en este patógeno–. Entiendo que nos preocupemos por el impacto económico en la industria avícola o por los riesgos que este virus supone para la salud pública, pero no debemos olvidar el enorme impacto que este virus está causando en la biodiversidad”.

La investigadora advierte que en algunas especies en peligro de extinción este patógeno puede causar “un colapso poblacional, como en el cóndor de California (donde ya se han detectado mortalidades por este virus) o el cóndor andino, entre otras”. Esta semana se anunció que de los 336 cóndores de California que quedan en el medio salvaje, hasta 18 (6 confirmados y 12 sospechosos) podrían haber muerto por el virus. La panzootía golpea especialmente a América Latina, donde 16 países han reportado casos, especialmente Perú y Chile. La infección se acerca peligrosamente a la Antártida: se han detectado cisnes infectados en Tierra de Fuego, en el extremo sur del continente americano.

¿Que hace falta para que el virus de la gripe aviar H5N1 se convierta en pandémico? A esa pregunta ha tratado de responder Ignacio López-Goñi, catedrático de Microbiología de la Universidad de Navarra. En su premiado blog de divulgación “microBIO”, el científico señala que debe darse una combinación de varias mutaciones, algo que, dice, “no es nada fácil, pero tampoco es imposible”.

En primer lugar, harían falta mutaciones que hagan al virus más transmisible por vía aérea entre mamíferos, algo que se ha conseguido en hurones de forma experimental.

Además, harían falta mutaciones que hagan que el virus entre en el interior de las células humanas con facilidad. Es la mutación en el gen PB2, hallada en los visones de Galicia del brote de octubre de 2022 y también en zorros infectados en los Países Bajos a finales de 2021 y principios de 2022, y en una foca de Nueva Inglaterra el año pasado, aunque la mutación hallada en Galicia estaba en una posición diferente. Por último, el virus necesitaría otra mutación diferente para evadir el sistema inmunitario humano.

El principal “facilitador” para que estos cambios se produzcan podría ser el cerdo, animal susceptible de ser infectado tanto por el virus de la gripe humana como el de la gripe aviar, y que actúa como “coctelera vírica” que facilita la mutación y recombinación del virus y su posible “salto” al ser humano.

La primera potencia mundial en la industria porcina es China, donde –valga como ejemplo– en noviembre pasado abrió la mayor granja de cerdos del mundo en un solo edificio, un rascacielos de 26 plantas en la región de Hubei (la misma en la que se detectó el SARS-CoV-2) diseñado para el sacrificio de 1,2 millones de cerdos al año. Varios expertos internacionales advirtieron del aumento del riesgo de transmisión vírica y mutación en esas condiciones.

Además, China no parece haber aprendido la lección del COVID. El pasado miércoles reportó una muerte por gripe aviar H3N8, una mujer probablemente contagiada en un mercado de animales. Como ha apuntado la periodista especializada en salud Helen Branswell, China tardó 24 días en informar a la OMS desde que la mujer fue hospitalizada, cuando la normativa internacional obliga a comunicar las infecciones por gripe no humana a las 24 horas de la detección.

“El virus H5N1 nos viene ‘avisando’ desde hace tiempo, se viene acercando cada vez más –advierte el microbiólogo Ignacio López-Goñi–. El hecho de que cada vez se aísle de más especies de mamíferos y se empiece a transmitir entre ellos no es una buena noticia. Porque cuantas más veces ocurra, más posibilidades hay de que se produzcan los cambios que necesita para afectar a humanos de forma masiva”, subraya el científico. "Es un juego de números", coincide Elisa Pérez-Ramírez. "Los saltos de aves a humanos son esporádicos, pero si tienes millones de aves infectadas en todo el mundo, los riesgos de salto de especie van aumentando", señala la viróloga veterinaria.

Pase lo que pase, la situación ya es preocupante y una prueba más de la importancia del enfoque one health, "una sola salud": lo que ocurra con la salud de los animales y con los ecosistemas influye de manera decisiva en la raza humana.

El riesgo de los mercados de aves vivas. El microbiólogo Raúl Rivas, catedrático de la Universidad de Salamanca, recomienda “eludir el contacto con entornos de alto riesgo, como mercados y granjas de animales vivos, aves de corral vivas o superficies que puedan estar contaminadas con aves o heces de aves”. La imagen muestra aves vivas en un mercado al aire libre en Valença do Minho, Portugal, el pasado 5 de abril. | R. RODRÍGUEZ

El riesgo de los mercados de aves vivas. / R. RODRÍGUEZ

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El microbiólogo Raúl Rivas, catedrático de la Universidad de Salamanca, recomienda “eludir el contacto con entornos de alto riesgo, como mercados y granjas de animales vivos, aves de corral vivas o superficies que puedan estar contaminadas con aves o heces de aves”. La imagen muestra aves vivas en un mercado al aire libre en Valença do Minho, Portugal, el pasado 5 de abril.

¿Qué se puede hacer?

Elisa Pérez-Ramírez, viróloga veterinaria en el Centro de Investigación en Sanidad Animal (CISA), propone medidas contra la gripe aviar que se deben adoptar desde varios ámbitos.

Aumentar la bioseguridad de las granjas avícolas, porcinas y de visones para evitar el contacto con aves silvestres.

Intensificar la vigilancia veterinaria en explotaciones donde se crían especies de mamíferos que sabemos que pueden actuar como cocteleras víricas (especies susceptibles tanto a virus de la gripe aviar como a virus de la gripe humana, que pueden dar lugar a recombinaciones de donde pueden surgir nuevas variantes con mayor capacidad de infectar a humanos). Esas especies son cerdos y mustélidos (principalmente visones).

Continuar con el muestreo masivo y análisis de aves silvestres y mamíferos marinos para detectar cuanto antes la presencia de la enfermedad. Retirar del campo los cadáveres de estos animales para evitar que sean fuente de contagio de otras especies.

Que los médicos estén al tanto de la situación y notifiquen rápidamente los casos de neumonía en los que se identifique presencia de un virus de gripe no habitual, especialmente si el paciente ha tenido contacto con animales.

Extremar las precauciones y evitar el contacto con aves o mamíferos marinos enfermos o muertos. Impedir que perros y gatos interaccionen con estos animales.

“Si tienes millones de aves infectadas, los riesgos de salto de especie aumentan”

Elisa Pérez-Ramírez - Viróloga veterinaria en el CISA

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–¿Qué supondría que el virus de la gripe H5N1 llegase a la Antártida?

–Supondría un enorme riesgo para la fauna antártica, incluyendo muchas especies endémicas. Aunque el virus de la gripe se ha detectado en alguna ocasión en pingüinos de la Antártida, la cepa actual H5N1 altamente patógena aún no ha llegado y por tanto, los animales de este continente nunca se han enfrentado a este virus. Podrían producirse altas mortalidades tanto en aves silvestres como en mamíferos marinos, que son muy susceptibles a esta cepa.

–¿Se sabe por qué la región del planeta más afectada, según la información disponible, es América del Sur? ¿Podría trasladarse esta situación a Europa?

–Puede deberse a varias razones: el virus H5N1 altamente patógeno nunca había llegado a Sudamérica y por tanto es la primera vez que animales y personas se enfrentan a la enfermedad. También, la enorme riqueza y diversidad de aves acuáticas y mamíferos marinos que son altamente susceptibles al virus. Los países más afectados son Perú y Chile, que están en la ruta migratoria del Pacífico, por lo que reciben cientos de miles de aves migratorias procedentes de Estados Unidos, donde el virus ya circulaba intensamente. En Europa estamos más “acostumbrados” a los virus de gripe altamente patógenos (H5N1, H5N8 y otros), porque hemos sufrido epidemias en años anteriores. Los programas de vigilancia veterinaria y los planes de prevención y control están mucho más desarrollados que en Sudamérica, donde se enfrentan por primera vez al virus.

“Los casos humanos han sido muy raros, a pesar de la enorme incidencia global en aves”

–¿Está cada vez más cerca este virus de poder adaptarse a la transmisión entre humanos?

–Es un juego de números. Los saltos de aves a humanos son esporádicos, pero si tienes millones de aves infectadas en todo el mundo, los riesgos de salto de especie van aumentando. Aun así, los casos humanos han sido muy raros, menos de 10 en esta última epidemia, a pesar de la enorme incidencia global en aves. Esto nos da una idea de que el virus está totalmente adaptado a las aves y el salto a personas es difícil. El siguiente paso, que el virus llegue a adaptarse a una transmisión eficaz entre humanos, es aún más complicado. Para eso el virus debe sufrir una serie de mutaciones y no es fácil que se produzcan a la vez todos los cambios que son necesarios. Con todo, los cada vez más frecuentes saltos de aves a mamíferos silvestres y su transmisión horizontal (como ocurrió en la granja de visones de Galicia) son también preocupantes en este sentido, porque le estamos dando muchas oportunidades a los virus de “ensayar” esta adaptación a las células de mamíferos.

–¿Debería España seguir el ejemplo de Francia y encargar millones de vacunas para inmunizar a las aves de granja?

–Es necesario que la vacunación se estudie como una opción en caso de emergencia, tal como ha decretado la Comisión Europea, y que todos los países preparen estrategias de vacunación basadas en riesgo y en función de los datos epidemiológicos.

En cualquier caso, la situación de España es muy diferente a la de Francia, ya que nuestro país ha sufrido muchos menos brotes en aves domésticas: en la temporada 21/22 se detectaron 31 focos y en la temporada 22/23 solo 6. Sin embargo, Francia ha sido el país más afectado de la UE con más de 20 millones de aves que han muerto por acción directa del virus o que han tenido que ser sacrificadas por los programas de control, por ello es comprensible que sea el primer país en tomar medidas.

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