El Ministerio de Sanidad ha admitido que las normas para la hostelería y el ocio nocturno que aprobó el pasado miércoles el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS), sin la unanimidad de las autonomías, no son de obligado cumplimiento, al contrario de lo que desde entonces había repetido la ministra Carolina Darias.

Sanidad da marcha atrás después después de que la Audiencia Nacional paralizase ayer en la Comunidad de Madrid el documento que entró en vigor el sábado. La noche de este lunes trascendió que Sanidad estaba contactando con distintos gobiernos autonómicos tras conocerse la resolución de la Audiencia Nacional, que impone “medidas cautelarísimas” para detener la puesta en marcha de las restricciones aprobadas por el CISNS.

En la redacción final de la orden, la Secretaría de Estado de Sanidad había introducido un apartado en el que se especifica que las comunidades que se rijan por medidas más restrictivas que las acordadas podrían decidir sobre la conveniencia de flexibilizarlas. Ahora Sanidad tiene un nuevo documento que espera que cuente con el consenso autonómico mañana miércoles, cuando se reunirá de nuevo el Consejo Interterritorial de Salud. La Xunta se había mostrado dispuesta a llevar al Tribunal Constitucional (TC) el plan de desescalada de Sanidad para este verano por entender que hay “una invasión de competencias”.

El Ejecutivo atonómico confiaba en que la presión de las comunidades hiciese recapacitar a Carolina Darias y retirase el plan para negociar uno nuevo, como así ha ocurrido. El anuncio lo lanzó este lunes el presidente de Ejecutivo autonómico, Alberto Núñez Feijóo, tras conocer el informe de los letrados de la comunidad, un informe que concluye que hay argumentos para presentar en el TC un recurso ante un eventual conflicto de competencias.

Quien ya no se lo piensa es la presidenta de la Comunidad de Madrid. Isabel Díaz Ayuso ya presentó un recurso, pero ante la Audiencia Nacional, y también por invasión de competencias. “Las medidas causan un daño inmediato, irreparable e insubsanable” al sector de la hostelería y el ocio nocturno, reza el recurso. Por la tarde, la Audencia estimó el recurso y accedió, mientras lo estudia, a suspender las restricciones temporalmente al existir “riesgo de generar situaciones de incertidumbre y de menoscabo, que pudiera ser grave, a los intereses de los afectados por la decisión de imponer restricciones distintas a las ya existentes”.

Feijóo optó por un tono más conciliador que Ayuso. Aplaudió que el Gobierno ya introdujera cambios en el acuerdo definitivo publicado el sábado en el BOE, y de este modo “ya no son obligatorios los parámetros epidemiológicos” fijados inicialmente para determinar en qué nivel de alerta se sitúa cada territorio. Pero no es suficiente. La Xunta exige “una apertura gradual, prudente y proporcional en las próximas semanas” y no que las medidas del 10 de junio sean las del diez de agosto, cuando habrá más gente vacunada, y por tanto, inmunizada.

El Sergas pretendía ampliar aforos y horarios y permitir ya reuniones de hasta 15 personas en exteriores y que de madrugada puedan reunirse no convivientes. Con el plan de Sanidad, Galicia solo podía aspirar a abrir el ocio nocturno hasta las tres de la madrugada y con un aforo del 50% en el interior. Y la hostelería como mucho habría podido ampliar su aforo del 50% al 60% en interiores.