La vacunación de los mayores de 80 años que no son usuarios de residencias comenzará la semana próxima. Los primeros que recibirán la inyección para prevenir contra el COVID-19 serán aquellos cuyo primer apellido empiece por h, según ha anunciado el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, en la rueda de prensa en la que ha explicado el plan de su Gobierno para la desescalada. Por tanto, para el final quedarán las personas que tengan la g como la primera letra de su apellido. Este orden alfabético se ha determinado por sorteo.

El turno para estos más de 200.000 gallegos de más de 80 años, que recibirán el antígeno de Pfizer-BioNTech, llega después de que se acabase con la vacunación en las residencias y del personal sanitario de primera línea. Estos siguen los pinchazos para el los trabajadores del servicio de ayuda en el hogar.

Con la previsión de que las inoculaciones arranquen el día 22, desde hoy mismo cuando siete equipos específicos -uno por cada área sanitaria- de personal de administración y servicios de Atención Primaria han comenzado con las llamadas para programar las citas "en función de las vacunas de las que se disponga semanalmente".

Los puntos de vacunación serán todos los centros de salud de las ciudades gallegas -Vigo, A Coruña, Ourense, Santiago, Lugo, Pontevedra y Ferrol- y, fuera de las urbes, los servicios de cabecera y los puntos de atención continuada (PAC) correspondientes.

La Dirección Xeral de Saúde Pública de la Consellería de Sanidade será el departamento encargado de elaborar el censo de más de 200.000 gallegos mayores de 80 años -se descuentan los usuarios de residencias-.

Dos llamadas

El primer contacto con la persona llamada a recibir la primera dosis lo realizarán los profesionales de estos siete equipos de administración y servicios. Estos efectivos elaborarán las agendas y los listados de pacientes para enviárselos a los médicos de familia y a los enfermeros de los centros sanitarios correspondientes.

Así, el personal de administración y servicios de cada uno de estos centros realizará una segunda llamada para confirmar las citas entre 48 y 24 horas antes. En caso de que haya alguna baja, lo comunicarán a los equipos de citación anteriores para que completen el hueco.

El Sergas justifica este protocolo por la "necesidad de concretar" a las personas a vacunar y "ajustar al máximo" las dosis a dispensar.

De acuerdo con el Sergas, "no puede ser llamada ninguna persona que no se encuentre" en el listado, ya que las vacunas son "nominales", "ni tampoco se puede alterar el orden de llamadas previsto". Y "no se podrá disponer de las dosis sobrantes en ningún caso, salvo autorización de la Dirección Xeral de Saúde Pública".

"No puede ser llamada ninguna persona que no se encuentre" en el listado, ya que las vacunas son "nominales"

Si un anciano manifiesta que no puede desplazarse hasta el lugar, esta incidencia se anotará y será citado en una fase posterior de la campaña, "cuando sea posible la movilidad de las dosis y de los equipos" para la atención a domicilio.

La primera fase de vacunación a la población general, que cubre a los mayores de 80 años, arrancará previsiblemente el 22 de febrero y se extenderá hasta el 31 de marzo, con un promedio semanal de 30.000 pacientes.

Medidas de seguridad

La instrucción del Sergas también establece medidas de custodia de las dosis, como la prohibición de que las administren personas ajenas a los enfermeros previstos a tal efecto -que recibirán formación especifica- o de que se transporten fuera de los recintos previstos.

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Asimismo, el personal deberá identificarse con el equipo facilitado por el Sergas y cada punto de vacunación tendrá una persona responsable de la recepción y registro de las dosis, que también responderá de la devolución de los viales sobrantes al final de la jornada.