Más de 200.000 gallegos de más de 80 años recibirán a partir de este lunes una llamada del Sergas, en la que serán citados para vacunarse contra el COVID-19 a partir del lunes 22 de febrero.

Así figura en una instrucción interna firmada por el gerente del Sergas, José Flores, a la que ha tenido acceso Europa Press, en la que se especifica que los ancianos recibirán las dosis elaboradas por Pfizer-BioNTech.

Siete equipos específicos -uno por cada área sanitaria- de personal de administración y servicios de Atención Primaria han comenzado a llamar para programar las citas "en función de las vacunas de las que se disponga semanalmente".

Los puntos de vacunación serán todos los centros de salud de las ciudades gallegas -Vigo, A Coruña, Ourense, Santiago, Lugo, Pontevedra y Ferrol- y, fuera de las urbes, los servicios de cabecera y los puntos de atención continuada (PAC) correspondientes.

La Dirección Xeral de Saúde Pública de la Consellería de Sanidade será el departamento encargado de elaborar el censo de más de 200.000 gallegos mayores de 80 años -de los que se descuentan los usuarios de residencias, ya vacunados-.

El primer contacto con la persona llamada a recibir la primera dosis lo realizarán los profesionales de estos siete equipos de administración y servicios. Estos efectivos elaborarán las agendas y los listados de pacientes para enviárselos a los médicos de familia y a los enfermeros de los centros sanitarios correspondientes.

Así, el personal de administración y servicios de cada uno de estos centros realizará una segunda llamada para confirmar las citas entre 48 y 24 horas antes. En caso de que haya alguna baja, lo comunicarán a los equipos de citación anteriores para que completen el hueco.

El Sergas justifica este protocolo por la "necesidad de concretar" a las personas a vacunar y "ajustar al máximo" las dosis a dispensar.

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Además, la instrucción firmada por el gerente avisa que "no puede ser llamada ninguna persona que no se encuentre" en el listado, ya que las vacunas son "nominales", "ni tampoco se puede alterar el orden de llamadas previsto". Y "no se podrá disponer de las dosis sobrantes en ningún caso, salvo autorización de la Dirección Xeral de Saúde Pública".

Si un anciano manifiesta que no puede desplazarse hasta el lugar, esta incidencia se anotará y será citado en una fase posterior de la campaña, "cuando sea posible la movilidad de las dosis y de los equipos" para la atención a domicilio.

La primera fase de vacunación a la población general, que cubre a los mayores de 80 años, se extenderá hasta el 31 de marzo, con un promedio semanal de 30.000 pacientes.

La instrucción del Sergas también establece medidas de custodia de las dosis, como la prohibición de que las administren personas ajenas a los enfermeros previstos a tal efecto -que recibirán formación especifica- o de que se transporten fuera de los recintos previstos.

Asimismo, el personal deberá identificarse con el equipo facilitado por el Sergas y cada punto de vacunación tendrá una persona responsable de la recepción y registro de las dosis, que también responderá de la devolución de los viales sobrantes al final de la jornada.