Ni hablar de alivio en las restricciones pese al descenso de la curva epidémica en Galicia. El equipo de la Consellería de Sanidade, con Julio García Comeseña al frente, se presentó esta mañana ante los medios para insistir en ese mensaje, el de que los esfuerzos impuestos hace dos semanas están dando resultado pero todavía son insuficientes. "No procede hablar de desescalada", afirmó cuando fue preguntado sobre unas declaraciones en las que su jefe, Alberto Núñez Feijóo, avanzaba un "respiro" en las duras medidas tomadas para embridar el desbocado ascenso de los contagios tras las fiestas de Navidad. Una idea que remachó la directora Xeral de Saúde Pública, Carmen Durán, a modo de advertencia: "No nos podemos confiar".

Tras la reunión la tarde de ayer del comité clínico que asesora al Gobierno gallego, García Comesaña señaló este miércoles que, pese a la mejoría, los datos aún no permiten pensar en una relajamiento de las restricciones, que en principio están vigentes hasta el día 17 de este mes. Será a la vuelta del próximo fin de semana, el lunes, cuando el grupo de expertos se vuelva a reunir y el Ejecutivo decida qué pasos se darán. En todo caso, el conselleiro admitió que la situación en las ucis, que hoy marcan un nuevo récord, "es francamente preocupante" y remarcó que mientras las unidades de críticos se sitúen en esos niveles no se puede decretar un alivio de las medidas. El responsable de la sanidad gallega evitó varias cuestiones al respecto y enfatizó su agradecimiento "a los ciudadanos que cumplen" la directrices y llamó a los que no lo hacen a "mirar hacia las ucis".

En esa línea, la directora xeral de Saúde Pública, que detalló la información actualizada de la pandemia, afirmó que Galicia está "muy lejos del objetivo" para poder afianzar la contención de la tercera ola pandémica. La incidencia acumulada a 14 días cayó notablemente en las últimas semanas, pero aún está en 530 casos por 100.000 habitantes, muy por encima del umbral que señala la zona de riesgo extremo, situado en 250. Eso sí, la incidencia acumulada a siete días ha descendido con fuerza: si el 1 de febrero estaba en los 336 casos por 100.000 habitantes, ayer se situaba en los 235. Otros datos para la esperanza: está por debajo de 1 el número reproductivo básico instantáneo, que mide la velocidad de propagación del virus, y la tasa de positividad de las PCR descendió al 6%, más cerca del 5% que señala la OMS para dar por controlada la expansión del patógeno. Eso en cuanto al conjunto del territorio; por áreas A Coruña y Ferrol son las que presentan una situación más problemática, Lugo está en mejores condiciones y el resto en un rango intermedio.

"Queda mucho trabajo por delante", subrayó Manuel Vázquez Lima, miembro del comité clínico, que insistió en la idea de que el 'semiconfinamiento' está siendo "efectivo" para frenar la pandemia. El doctor Vázquez Lima, el único de los participantes en la rueda de prensa que no forma parte de la dirección política de la consellería, comenzó su intervención remarcando que este grupo de expertos "solo tienen un color, el de los pacientes", en alusión a algunas críticas recibidas en las últimas jornadas por un supuesto posicionamiento. El médico también aprovechó para lanzar una petición que se reiteró varias veces en la comparecencia: "Si le llaman a un cribado, acudan".

Críticas "injustas"

Preguntado por las elevadas tasas de mortalidad que está registrando Galicia, con un ritmo diario de fallecidos superior a las 20 personas, el conselleiro consideró "injusto analizar dos o tres semanas" y añadió que "en lo que va de año", Galicia tiene las cifras menos malas de la España peninsular, solo por debajo de Islas Baleares y Canarias.

Con respecto a la cepa británica, García Comesaña cifró en 41 los casos confirmados y apuntó que hay capacidad para secuenciar 36 muestras a la semana. De todos modos, aclaró que no es posible establecer un porcentaje con la implantación, a día de hoy, de esta variante, pero comentó que la semana pasada había una estimación de entre el 8 y el 10 por ciento de casos y una progresión superior a 1,5 semanal, una dato que consideró preocupante.

El consellería tampoco aportó novedades con respecto al plan de vacunación, salvo que mañana los empleados del servicio de ayuda en el hogar menores de 55 años empezarán a recibir la vacuna de Astrazeneca, cuyas primeras dosis llegaron el lunes a la comunidad y que no está indicada para los mayores de esa edad.