El área sanitaria de Vigo ya ha empezado a doblegar claramente la curva de esta tercera ola y no hay focos “calientes” especialmente relevantes. Ahora, en Microbiología del Chuvi lo que preocupa es la presencia cada vez mayor de la variante británica. En un mes y medio, ha pasado de detectar el primer caso de esta mutación a localizar “cientos”. De ahí que el jefe del servicio, el doctor Benito Regueiro, advierta de que no se puede bajar la guardia.
Esta variante del SARS-CoV-2, la B.1.1.7, tiene una mayor capacidad de contagio. “Lo que puede pasar es que un brote que antes era más fácil de controlar, ahora es mucho más explosivo, más rápido”, explica el catedrático y añade: “Es más difícil de controlar”. Como el localizado en el Meixoeiro, donde se contagiaron 45 pacientes y 41 profesionales. Se secuenciaron de forma completa seis casos y resultaron ser de la variante británica. El Sergas informó la semana pasada que “lo más probable es que todos los casos correspondan” con ella. Microbiología trabaja en ratificarlo.
Hasta hace 15 días, sus laboratorios solo podían confirmar que se trataba de un caso con la mutación británica, la sudafricana o la brasileña secuenciándolos. Así se reportaron a los organismos internacionales los dos primeros, de las dos primeras cepas –el caso de la sudafricana localizado en Vigo fue el primero de España–. La secuenciación que describe el genoma completo del virus es un proceso complejo y muy especializado que lleva tres días. El Chuvi puede hacer 36 casos a la semana y es el que tiene mayor capacidad en Galicia.
La situación ha cambiado con la incorporación de un nuevo sistema que permite cribar todos los positivos en busca de estas tres variantes y conocer su expansión real entre la población de una forma mucho más ágil. Ha identificado ya “cientos” de casos de la inglesa en el área. “Todos los positivos los filtramos por un sistema para saber si son de alguna de las variantes preocupantes. Se está haciendo sistemáticamente y estamos viendo la tasa de circulación entre positivos”, explica el doctor, aunque aún no puede avanzar datos concretos.
Es un sistema que han diseñado y montado en el laboratorio del Meixoeiro, combinado con otros comerciales. “Son cribados con PCR dirigida para detectar la mutación concreta o deleción de las variantes”, detalla. Esta nueva arma tiene un límite: “Solo ves estas tres variantes, no si hay otra nueva”. Para buscar otras mutaciones o ver si estas cambian, utilizan la secuenciación masiva. Seleccionan los casos para analizar por ese método con la ayuda de Medicina Preventiva, de Urgencias y de otros profesionales del sistema sanitario tanto público como privado, como por ejemplo la activa colaboración que mantienen con el laboratorio de Vithas Fátima, dirigido por el doctor Tomás Camacho García.
“Nos ayuda mucha gente, afortunadamente”,
Les gustaría aumentar la capacidad de secuenciación, pero se enfrentan a varias dificultades: la escasez de reactivos a nivel global y que el personal entrenado para hacerlo es escaso. “No se aprende en 10 minutos, es un sistema sofisticado”, destaca y explica que requiere de profesionales especializados, como la doctora Sonia Pérez.
Casi 4.000 PCR en 24 horas entre la población del área
Los laboratorios del Chuvi están llevando su capacidad de diagnóstico frente al COVID al máximo y, tras compartirla con otras áreas gallegas durante la pandemia, ahora la está volcando principalmente en el área viguesa. Así, según la última información publicada por el Servicio Galego de Saúde, se realizaron 3.859 pruebas PCR entre la población de estos 26 municipios en solo 24 horas –de las 18 horas del domingo a las 18 horas del lunes–. Es una por cada 147 habitantes. No es el mayor récord de los laboratorios de Microbiología del Álvaro Cunqueiro y el Meixoeiro –estuvieron a 41 pruebas de las 4.000 hace un par de meses–. Pero, por aquel entonces, la situación epidemiológica llevaba a destinar más recursos a otras áreas gallegas. Así que esta es una de las veces que más test se han hecho en la comarca. Y el resultado es esperanzador: con ellas solo se han detectado 81 positivos –un 2% de positividad–. A través de otro tipo de pruebas, como las de antígenos, se han detectado otros diez.
En total, 91 nuevos contagiados que se compensan de largo con las 220 altas concedidas. Así, el número de pacientes con infección COVID activa baja a 3.012. Es una reducción del 22% en una semana. La incidencia acumula sigue a la baja, por sexto día consecutivo, y se sitúa en 467 nuevos casos por cien mil habitantes en dos semanas. “Aprovechando que, estamos en caía, estamos intentando doblar lo más rápido posible la curva cerrando todos los focos que podemos, de ahí los cribados a asintomáticos”, explica el jefe de Microbiología, el doctor Benito Regueiro y añade: “la idea es que, si el día 17 se empiezan a levantar restricciones, estar en las mejores condiciones posibles”.
En las PCR convencionales tratan de mantenerse por encima de 3.000 al día y hay días en las que se acercan a las 4.000. A estos hay que sumar las del laboratorio pooling –PCR con muestras agrupadas–, en el que se están procesando unas 11.500 al día y donde, a partir de ahora se reciben también los botes de saliva recogidos por las farmacias.
“Tenemos alguna capacidad más y podemos seguir incrementando, pero todo esto conlleva un esfuerzo muy grande del personal, también técnico y de inversión; no son gratis”, destaca. Las residencias están ahora en buena situación, sin brotes nuevos. ¿Por la vacuna? “Esas cosas nunca puedes afirmarlas, pero la vacuna influye, tenemos que darle más tiempo”, contesta el catedrático. En cuanto a la de Paz y Bien, en Tui, el Sergas trasladó ayer a los trabajadores que levanta la intervención al quedar ya muy pocos casos activos.