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Japón halla otra variante de coronavirus con mutaciones problemáticas

Target cell: célula objetivo

Japón ha hallado una nueva variante del coronavirus SARS-CoV-2, llamada B.1.1.248, en viajeros procedentes de vuelos de Brasil. Todos los días surgen nuevas variantes de los virus, que son mutantes por naturaleza –algunos, como los de la gripe, más que otros–, pero lo relevante de este hallazgo nipón es la concurrencia de dos mutaciones problemáticas: la N501Y, presente en las variantes inglesa y sudafricana, y que hace al virus más infeccioso; y también la E484K, común a la variante sudafricana, y que según un estudio de un laboratorio de Seattle (Bloom Lab), elude hasta 10 veces más la acción de los anticuerpos neutralizantes.

La nueva variante verificada en Japón, detectada en cuatro personas que llegaron a Tokio el 2 de enero procedentes del Estado brasileño de Amazonas, subraya la necesidad de intensificar la vigilancia genómica en todo el mundo y añade un elemento más de preocupación a una pandemia que sigue batiendo récords globales de contagios y fallecimientos. Esto es lo que lo que se sabe –y algunas incógnitas– sobre las variantes del coronavirus más preocupantes:

¿También esta variante es más contagiosa?

El jefe del Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas de Japón, Takaji Wakita, dijo ayer que no hay pruebas de que la nueva variante procedente de Brasil sea más infecciosa. Sin embargo, el Ministerio de Sanidad de Brasil ha señalado que las autoridades niponas le comunicaron que la nueva variante tiene 12 mutaciones, una de las cuales también está presente en las variantes del Reino Unido y Sudáfrica, lo que “implica una potencial infecciosidad del virus más alta”.

¿Cepa o variante?

Aunque muchos medios de comunicación utilizan ambos términos indistintamente, lo correcto en este caso es hablar de nueva variante. La cepa entra en otra categoría de diferenciación genética. Para explicarlo de forma sencilla, algunos científicos utilizan el ejemplo del parentesco: nuestros hermanos serían “variantes” de nosotros, mientras que nuestros primos formarían parte de otra “cepa” diferente. Dos hermanos suelen parecerse físicamente bastante entre sí, cosa que es más infrecuente entre primos. Algo así ocurre con los virus de distintas cepas: tienen tantas mutaciones –“erratas” al replicarse– que parecen diferentes.

¿Debemos preocuparnos?

Los científicos huyen del alarmismo y se atienen a la evidencia disponible. Hace unas semanas, especialistas de gran prestigio, como el gallego Federico Martinón-Torres y Ana Fernández-Sesma, microbióloga en la Escuela de Medicina Icahn del hospital Mount Sinai de Nueva York, llamaban a la calma y apuntaban a que no siempre el aumento de contagios en una zona significa que el virus sea más contagioso, ya que en el número de casos no solo influyen las características del virus, sino también el comportamiento de las personas. Sin embargo, casi todos los expertos coinciden ahora en que la variante inglesa es más contagiosa. Aunque no cause cuadros clínicos más graves ni más mortales, el aumento de la transmisión desembocará en más hospitalizados y fallecidos. El biólogo molecular Ali Nouri, presidente de la Federación de Científicos Americanos (FAS), afirmó ayer que esta es “otra variante preocupante”. También la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha expresado su preocupación por estas nuevas variantes del coronavirus.

¿Por qué las mutaciones aumentan el contagio?

La mutación N501Y (compartida por las tres variantes, inglesa, sudafricana y brasileña) parece unirse al receptor ACE2 de las células humanas con más fuerza y de forma más infecciosa.

¿Circulan estas variantes en España?

Se sabe que la variante inglesa del virus circulaba por España antes de que Reino Unido alertara sobre ella el pasado 20 de diciembre. Así lo afirmó el pasado 7 de enero Fernando González Candelas, catedrático de Genética de la Universidad de Valencia y responsable, junto al invetigador del CSIC Iñaki Comas, del consorcio de secuenciación genómica SeqCOVID-España. González Candelas reconoció también que no puede determinar si la transmisión de la variante inglesa en España “ha sido mucha, poca o regular. No tenemos datos para cuantificar cuánto”. En España se hace poca secuenciación del virus (entre un 0.5& y un 1%, según Fernando Simón) en relación con otros países punteros en ese aspecto, como Reino Unido. Tampoco se sabe si esta variante hallada en Japón es común en Brasil, dado que en el país sudamericano la secuenciación es muy escasa.

¿Cómo detectar las nuevas variantes?

Uno de los test PCR más usados en Reino Unido, llamado Thermo Fisher TaqPath, ayuda a hacer un seguimiento de la variante inglesa de manera más rápida y barata que la secuenciación. Si un infectado con una variante que tiene la mutación 69-70del se prueba con este test, resultará en una “ausencia” del gen S. Por ello, esta PCR puede señalar la presencia de la mutación 69-70del y, potencialmente, la variante inglesa.

Hay que seguir confiando en las vacunas.

Las vacunas siguen siendo efectivas contra las nuevas variantes, según los expertos. Además, el fundador de BioNTech, el laboratorio que desarrolló la vacuna de Pfizer, actualmente administrada en España, asegura que solo les llevaría 6 semanas sintetizar una nueva vacuna de ARN mensajero para cualquier variante nueva. Otra cuestión sería cuántas pruebas clínicas deberían repetirse y cuánto tiempo pasaría antes de que se pudiesen implementar.

¿Servirán las medidas suaves?

Cada vez son más los expertos que reclaman confinamientos duros y controles fronterizos estrictos. Es decir, abandonar la estrategia occidental de contención y adoptar la asiática de supresión. “Cuanto más esperemos para controlar esta pandemia, más oportunidades le daremos al virus para evadir nuestras defensas”, advirtió ayer el biólogo molecular estadounidense Ali Nouri.

El optimismo de Simón y el grave caso irlandés

El portavoz científico del Gobierno, Fernando Simón, restó ayer importancia a las nuevas variantes del SARS-CoV-2. Dijo que su impacto en España será “marginal” y que la evolución de la epidemia estará siempre “asociada a nuestro comportamiento”. “La culpa no es de la cepa británica, sino de nuestra actitud en las fiestas”, señaló el epidemiólogo sobre la variante inglesa, de la que dijo que es “algo más transmisible” y de la que existen en España, dijo, 70 casos confirmados. “No son muchos para nada. Es probable que tengamos algunos centenares –puntualizó–. Si aplicamos las mismas medidas de control, la transmisión se controla”. argumentó el director del CCAES. Las palabras de Simón contrastan con las advertencias de prestigiosos científicos internacionales y con lo que ocurre en Irlanda, que sufre la curva epidémica más vertical del mundo actualmente, con 10.000 nuevos casos por millón de habitantes en siete días –Reino Unido registra 7.000–. En un principio se atribuyó el repunte a la relajación de las medidas y a las reuniones navideñas, y se descartó la influencia de la variante inglesa. Sin embargo, la presencia de esta variante más contagiosa en Irlanda ha pasado del 9% hace dos semanas al 25% hace una semana y al 45% actual. Ha sido el propio primer ministro irlandés, Micheál Martin, quien ha difundido estos preocupantes datos. El país se encuentra al borde del colapso sanitario.

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