La cifra de 105 enfermos de Covid-19 ingresados por Covid-19 en las unidades de cuidados intensivos de los hospitales gallegos parece lejana de la que marcó el máximo de la epidemia, los 177 del 4 de abril, pero la aceleración del ritmo de ingresos en las últimas semanas y el ejemplo cercano de Asturias, cuyas UCI atraviesan una situación crítica, no invitan al optimismo.

Los ingresos en las unidades de críticos se han triplicado en dos meses: desde el 15 de septiembre, cuando había 30. Y se han duplicado en solo tres semanas, los 21 días transcurridos desde el 25 de octubre, cuando había 49 pacientes de Covid-19 en las UCI gallegas, hasta los 105 registrados ayer.

Como se ha dicho hasta la saciedad, la situación es diferente en esta segunda ola a la que se vivió al inicio de la epidema. En la primera ola apenas pasaron veinte días desde que la Consellería de Sanidade comenzó a ofrecer información diaria de casos y hospitalizaciónes –el 15 de marzo, cuando había 8 ingresados en la UCI– hasta que se alcanzó el pico máximo de toda la epidemia en cuanto a pacientes en críticos: los 177 citados del 4 de abril. Ese rápido incremento explica que el personal sanitario se viese desbordado en aquellas primeras tres semanas del primer estado de alarma, y eso que la situación en Galicia fue más llevadera que la de otras comunidades.

A partir del 4 de abril el número de ingresados en UCI bajó lentamente hasta el 13 de junio, día en el que ya no se registraba ninguno.

El brote de A Mariña, cuyo primer caso se declaró el 23 de junio, marcó simbólicamente el inicio de la segunda ola en Galicia, aunque las UCI gallegas estuvieron dos meses con uno o ningún ingreso. La escalada no comenzó hasta el 16 de agosto, fecha en la que se contabilizaban 3. Desde entonces las cifras no han dejado de crecer, aunque a un ritmo más lento que el de marzo.

Según la última actualización de Sanidad, Galicia registra un 13,67% de camas de UCI ocupadas por pacientes de Covid-19, el mejor índice de España, solo por detrás del de Canarias (10,61%), y muy por debajo de la media española (31,96%).

Esta semana será crucial para las UCI. El presidente de los urgenciólogos españoles, el médico gallego Tato Vázquez Lima, pronosticó el pasado día 4 que las UCI españolas se saturarían en 15 o 20 días, lo que corresponde al 19 o 24 de noviembre. En los próximos días sabremos si se cumple ese vaticinio o si las restricciones han surtido efecto.

Una UCI montada en el gimnasio del hospital HUCA de Asturias FdV

El caso de Asturias, un aviso de que no hay que confiarse

El llamativo caso de Asturias, con una estructura de población similar a la gallega, por envejecimiento y dispersión, es el ejemplo perfecto de las “barbas del vecino”. La comunidad registra un 45,86% de ocupación de camas UCI por pacientes Covid, porcentaje solo por debajo de La Rioja, Aragón y Melilla. Hace solo un mes ese índice era del 9,05%, y hace dos, del 2%, el más reducido de todas las comunidades. Hay fuentes que cifran la saturación en el 70%, y el mayor hospital de Asturias, el HUCA, ha instalado camas de intensivos en su gimnasio. Asturias, que marcó récords de contagios tres días la semana pasada, añadió ayer 21 muertos a la lista de decesos, dos por debajo del máximo de la epidemia, que fueron los 23 comunicados el sábado. Y todo en una comunidad con poco más de un tercio de la población de Galicia.