Javier Urra sostiene que al volante no se cambia de carácter, sino que "se muestra el carácter que se suele ocultar", a la vez que advierte de que la ludopatía se ha ido de las manos. "Se ponen casas de juegos y apuestas en las zonas más deprimidas de Madrid. Es un problema severo que mueve más de 44.000 millones de euros".

También destaca los "horarios anormales" de ocio de los chicos. "Salen de casa a las 12 de la noche y claro, les dices que vuelvan pronto y dicen que sí, a las 7 de la mañana".

En cuanto a la vejez, el psicólogo insiste en que "el cerebro no se jubila" y por eso hay que estimularlo y usar la memoria "como gimnasia cerebral".

La felicidad, sostiene, es cuestión también de actitud: "Puede costar levantarse temprano y coger el autobús para ir a trabajar, pero si me levanto bien y cotilleo en el autobús... Es mejor ser optimista que pesimista", dijo a preguntas del público.