Un vecino de Ponteareas, Clemente A., de 56 años de edad, fue detenido como supuesto autor de la brutal agresión de la que fue víctima su exmujer, de 55 años, M. L., cometida el miércoles en la vivienda de la víctima, en la parroquia de Ribadetea, el mismo día en que ambos firmaron el divorcio, aunque ya llevaban un tiempo separados. El hombre presuntamente la atacó causándole, entre otras lesiones, una fractura craneal y una herida profunda desde la mandíbula hasta la parte trasera de la cabeza, en la región occipital. La Guardia Civil, que horas después localizó y detuvo al supuesto agresor, investiga los hechos.

La alerta se recibió a las 20.30 horas. Junto a las lesiones más graves en cráneo y cara, una de las cuales sería compatible con un arma blanca tipo machete o cuchillo de grandes dimensiones, la víctima -evacuada por el 061 al Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo y que fue sometida a una intervención quirúrgica de reconstrucción por las heridas del rostro- tenía pequeñas lesiones incisas en un brazo y un hematoma en un hombro que se correspondería con un golpe. En el lugar fueron halladas tiradas en el suelo tijeras de costura de las antiguas. Aún sin descartar que se hubiesen usado en algún momento de los hechos, las fuentes consultadas señalan que ayer todavía se indagaba en cuál habría sido el principal arma u objeto utilizado. Varios agentes realizaron una exhaustiva búsqueda en cunetas y fincas del barrio, así como en la carretera que lleva a la casa de la misma localidad donde fue detenido el hombre.

Uno de los cuatro hijos del exmatrimonio, Iván, de 30 años, que camina con muletas, estaba en la casa al tiempo de la agresión y al escuchar ruidos fue a ver qué pasaba y encontró a su madre tirada en el suelo en medio de un charco de sangre y a su padre allí. El joven, al tratar de mediar en defensa de su progenitora, resultó agredido en la cabeza por el hombre. Una vez que este último abandonó la vivienda, el hijo fue a pedir auxilio a una vecina, para alertar al 112 y pedir ambulancia y presencia policial. Acudieron Guardia Civil de Ponteareas, Policía local y dos ambulancias del 061.

La víctima y su hijo heridos fueron trasladados en sendas ambulancias al Hospital Álvaro Cunqueiro. Ella continuaba ayer ingresada y parte su familia pudo pasar a verla. "Está bien dentro de la gravedad", manifestó Iván desde el hospital.

Antes de hacer estas declaraciones, el hijo herido que presenció la agresión se había desplazado por la mañana hasta la casa de su madre en el barrio de Pedra da Bouza, en Ribadetea, para reconstruir los hechos junto a la Guardia Civil, diligencias que se unieron a los rastreos realizados en la zona.

Después de la agresión, el hombre inicialmente huyó del lugar, pero fue arrestado horas después en el barrio de Chan da Gándara, en la parroquia vecina de Padróns, donde viven sus dos hermanos y donde está situada la vieja casa en la que vivía actualmente heredada de su abuela, según los vecinos, en muy malas condiciones, sin luz ni agua.

El hombre tenía una orden de alejamiento de tres meses desde hace semanas tras un procedimiento judicial por un presunto episodio anterior de violencia de género, pero el miércoles entró supuestamente en la vivienda de la mujer, para esperarla, abordarla y agredirla. Los vecinos más próximos a la casa niegan haber oído gritos y aseguran haberse enterado de lo sucedido cuando el hijo herido salió a pedir ayuda.

El supuesto agresor trabajaba actualmente como jornalero, aunque previamente hizo trabajos de albañil. Desde que no vivían juntos, solía comer en el bar de la parroquia de Padrón. Lo hizo también el mismo día de la agresión. Un compañero de taberna asegura que alguna vez le habría confesado su pretensión de matarla: "As veces penso que é mellor matala, vou a cárcel e listo díxome alguna vez, e eu díxenlle que non se lle ocurrira que se arruinaba a vida". Otra vecina en cambio asegura que en alguna ocasión el agresor le comentó su intención de sacarse la vida: "Decía que le pasaban muchas cosas por la cabeza, que le daban ganas de ahorcarse".

Fincas

El detenido incumplía, según aseguran los vecinos, la orden de alejamiento. Para trabajar en las fincas de las vecinas, pasaba con el coche por delante de la casa de su mujer. "Lo aparcaba más arriba para evitar líos y daba un rodeo para venir a trabajar para mí", comenta una mujer a la que el día de la agresión visitó por la tarde para anular un trabajo: "Me iba a venir hoy (ayer) a trasegar el vino y me dijo que no podía, porque la Guardia Civil lo estaba vigilando para que no se acercase a la casa de ella".

Los vecinos aseguran que el hombre sí había agredido anteriormente a su hijo. "El hijo defendía a su madre y una vez tuvieron una pelea, el hijo arrancó la palanca del portal y él le golpeó en las costillas", comenta una residente. Tras su arresto, ahora está previsto que el presunto autor de los hechos pase hoy a disposición judicial. Su caso lo llevará el Juzgado de Instrucción número 1 de Ponteareas, el que tiene competencia en casos de violencia de género.