Unos 60 niños, procedentes de la región rusa de Briansk, pasarán este verano en Galicia a través del programa de acogida temporal que organiza la asociación Ledicia Cativa desde hace algo más de veinte años y que constituye su principal actividad. Ángel Pérez, presidente de esta ONG, hace un llamamiento a quienes deseen realizar una acogida temporal de niños rusos.

"Queremos que este año se sumen a la iniciativa el mayor número posible de familias", explica. Y es que, un mes en Galicia supone para estos pequeños un año más de esperanza de vida.

Ningún niño viene con enfermedades declaradas y antes de volar hasta Galicia son sometidos a un control médico en Rusia por si tuviesen algún problema que les impidiera realizar el viaje. El mayor enemigo que tienen estos niños es la radioactividad a la que están expuestos en sus lugares debido al desastre de Chernóbil, acaecido el 26 de abril de 1986.

El programa de acogimiento temporal es a largo plazo. Los niños vienen por primera vez con siete u ocho años y regresan todos los veranos con la misma familia hasta la mayoría de edad. Las familias acogedoras se hacen cargo del precio del viaje del niño, los seguros pertinentes, y los gastos administrativos en Rusia y en España con los consulados.