Esta polémica ha alterado la vida de la SGAE. Así lo reconoce su presidente, José Ángel Hevia: "Esto ha generado una polémica y una guerra interna desde el 2013 que nos lleva a la situación actual, y degenera el día a día de la casa de una manera que se hace insoportable". Hevia, que matiza que ni él ni su directiva reconocen el término la "rueda", afirma que los cambios que se están tramitando en la Ley de Propiedad Intelectual regularán y limitarán estas prácticas.

A finales de diciembre, el sector crítico con la directiva logró bloquear la aprobación de los nuevos estatutos, una decisión que deja a la entidad fuera de la legalidad, y ante la que el ministro de Cultura, José Guirao, anunció dos posibles escenarios: la intervención de la SGAE o la retirada de la licencia para que pueda operar.

"No sabemos cuáles son los planes del ministerio. Tras la votación, pedimos una reunión con el ministro, pero no tenemos noticias suyas. Sí podemos decir que acataremos lo que venga del ministerio y se ajuste a la legalidad. Disentiríamos de las decisiones arbitrarias, pero si se produce una intervención en la que se aprueban por ley unos estatutos o si se nos obligara, jurídicamente o en términos legales, a abandonar la dirección, aceptaríamos sin oposición", sostiene Hevia, que asegura que reconoce estar "frustrado". "Si nos dan la oportunidad de hacer algunas cosas por los autores, las haremos. Y si no, nos iremos a nuestra casa a tocar la gaita", concluye.