"A palabra xusta" era el nombre de un juego que inventó la maestra Antía Cal: al terminar la clase, cada niño tenía que escribir en un papel y de la forma más sintética lo que aprendió en clase ese día, si fuese posible, en una sola palabra. Las respuestas se ponían en la pared y, entre todos, elegían la mejor. Era tan solo una de las estrategias de Antía para abrir la mente de sus alumnos; enseñarles a sintetizar y a trabajar en equipo.

Ese juego es el título elegido por Miguel Piñeiro (Ourense, 1965) para el documental que estrena los próximos días 26 y 27 de diciembre en el Teatro Salesianos de Vigo, en dos pases, a las 18.30 y a las 20.30 horas.

Para conocer de primera mano la vida y la labor de esta mujer que revolucionó la pedagogía en Galicia en los años 60, el director acompaña a la maestra, a sus 92 años, a la casa de su niñez, en Muras, una aldea de la Terra Chá lucense donde la protagonista recuerda cómo desde niña , en su Cuba natal, empezó a soñar con ser de mayor como las primas de su madre, mujeres universitarias, trabajadoras y libres. "Deseaba regresar a su origen para dar las gracias por su vida", asegura el director.

Producida por Atlantis Multimedia, la película se estructura a través de la correspondencia que se enviaron durante los dos años de noviazgo la protagonista y el que sería su marido, el oftalmólogo Antón Beiras. El actor gallego Javier Gutiérrez pone voz a Beiras y, apoyado por la valiosa documentación fotográfica de la familia y el relato de la propia Tita, el documental cuenta toda su trayectoria y sus logros. "Es una historia que tenía claro desde hace años que debíamos de registrar y ella accedió y empatizó inmediatamente con la cámara porque era consciente de que era importante dejar este documento de su labor vanguardista", cuenta el director.

La tarea, con muy escasos medios, ha sido larga, pero ahora por fin llega a las pantallas y Vigo es la ciudad elegida para el estreno ya que "ella siempre ha dicho que una escuela revolucionaria como la que fundó no podría existir en otro lugar que no fuera Vigo", destaca Piñeiro.

El resultado de la cinta es de una fantástica factura visual en la que Antía va dibujando sus recuerdos, sus pensamientos y sus emociones y buscando, también ella, la palabra justa para relatar toda una vida. Las solitarias habitaciones de la vieja casa familiar en las remotas montañas de Lugo y los viejos objetos se convierten en personajes que cuentan también sus historias.

Tras Vigo, la cinta realizará un recorrido por otras ciudades de Galicia.

Antía Cal revolucionó la docencia en Galicia con la creación de la escuela Rosalía de Castro -que sigue existiendo en Bembrive aunque ya la dirección es ajena a Cal- donde se primaban los conocimientos reales sobre las notas y se impulsaba que los niños comenzasen a ir a clase muy pequeños, aunque la escolarización obligatoria en España en ese momento se iniciaba a los 7 años. "Ella defendía la escolarización de 0 a 10 años y resaltaba la importancia de que la madre fuera la primera maestra", apunta Piñeiro.

La escuela Rosalía de Castro fue la primera bilingüe en castellano e inglés, con niños y niñas en la misma clase.

El documental destaca la lucha por los derechos de la mujer que encarnó también Cal. "Ella no se conformaba con la realidad de que sus hermanos pudieran estudiar Medicina y ella tuviera que quedarse en casa ayudando a su madre. Finalmente, consiguió estudiar Comercio y Magisterio y, posteriormente, ir a la Universidad de Santiago para estudiar Filosofía y Letras. "A universidade deixou un mal recordo en min e moi pouca ciencia. Era puro feudalismo", recuerda en el documental.

En la película también relata su boda con Antón Beiras y la gira por Europa para dar a conocer sus avances en el tratamiento del estrabismo, que la llevaron hasta Ginebra, donde conoció esa nueva forma de educación que luego se empeñó en llevar a Galicia.