"Las cosas olvidadas no son difíciles de explicar, solo tienes que plantear: ¿sabes por qué hoy tú no tienes que entregar un año de tu vida al ejército te mande donde te mande a hacer lo que ellos te digan? Pues porque un grupo de gente presionamos tanto al Gobierno que Aznar, para gobernar tras ganar las elecciones, tuvo que negociar el tema de la 'mili' para conseguir apoyos". César Goldi lleva al teatro su experiencia personal en la cárcel tras negarse a realizar tanto el servicio militar obligatorio como la prestación social sustitutoria.
"Goldi libre", que se representa en la sala Ártika de Vigo este viernes y sábado a las 21.30 horas y el domingo a las 20.00 horas, pretende recordar cómo fue el movimiento antimilitarista en Galicia y la lucha pacifista de los insumisos.
"La distancia actúa como amortiguador, hace que la obra tenga un tono agradable, incluso mucha autocrítica", explica el protagonista de esta pieza de teatro documental basada en hechos reales para la que Goldi contó con el apoyo de la compañía gallega Chévere, que participa en la obra gracias a una suerte de "vivero teatral" que pusieron en marcha recientemente, la "Berberecheira".
Goldi dio ayer una charla junto a otros representantes del movimiento antimilitarista en la Escuela Superior de Arte Dramática de Vigo a la que asistieron muchos futuros actores, más tarde, se reunió con más "camaradas" en el espacio de la asociación O Patio de Guixar para seguir debatiendo sobre la prácticamente olvidada "mili".
"Esto surgió de una anécdota después de una función que hacía con Chévere", asegura Goldi. "El reto era pasar de esa anécdota que cuentas divertido y profundizar en eso, sacar lo que significó para ti y lo que implicó esa experiencia no solo dentro de la cárcel, sino el hecho de ser un activista político en aquel momento. No es solo una historia personal, es la historia de toda una generación" matiza Xesús Ron, director la pieza, para la que realizaron una labor de investigación para encontrar la manera de abordar este relato autobiográfico.
"Creamos un personaje dentro de Goldi sobre lo que era en aquel momento, cuando era más joven y estaba viviendo esas experiencias. Así facilitamos no caer en la nostalgia y aportar la perspectiva de los años que transcurrieron", describe Ron. "Nunca pensé que fuese tan difícil meterme en mi propio personaje", reconoce Goldi, "tuvieron que enseñarme desde fuera cómo me muevo y los gestos que hago porque yo representaba una figura idealizada".
Goldi fue condenado a dos años, cuatro meses y un día de prisión y cumplió la condena durmiendo en la cárcel de A Coruña durante catorce meses. "Espero no tener antecedentes penales", se interroga ahora. El momento más revelador para el actor preparando la obra fue el reencuentro con los telegramas que le enviaron sus amigos y familiares a la prisión en su primera noche. "Nunca me había dado cuenta del poder evocador de los objetos. Ese fue el momento de mi vida en el que me sentí más acompañado, solo en aquella celda mugrienta", sostiene el actor.
