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El complejo salto de la celda a la nómina

La Fundación Érguete forma a 115 internos de A Lama y el CIS de Vigo para su reinseción laboral

Pasar de la cárcel a llevar una nueva vida en la calle con total normalidad es posible, pero no es un camino sencillo. Y tener un trabajo es esencial para lograr el objetivo. La Obra Social La Caixa y la Fundación Érguete-Integración asesoran a reclusos durante su fase final de condena para que se puedan hacer un hueco en el mundo laboral, recuperar sus vidas y volver a sentirse integradas socialmente. El programa "Reincorpora" cumple ahora cinco años de vida durante los que han formado laboralmente a un total de 115 internos del centro de A Lama, en Pontevedra, y del Centro de Internamiento Social (CIS) de Vigo, de los que un 30 por ciento han conseguido encontrar trabajo.

"Para una persona que lleva varios años privada de libertad en un centro penitenciario, conseguir un trabajo es mucho más que una oportunidad laboral, es el momento de ver luz al final del túnel y comenzar la verdadera integración", explica Carmen Avendaño, presidenta de la Fundación Érguete, que también promueve el trabajo entre otros colectivos en riesgo de exclusión a través de otros programas.

Esta oportunidad para entrar en el mercado laboral se les ofrece a los presos cuando se encuentran en el último tramo antes de acabar su condena y quedar en libertad. "Es necesario que sean idóneos para el régimen de semi libertad que tenemos en el CIS, que no tengan que volver luego al régimen cerrado porque sería muy frustante para ellos", destaca Raquel Casal, subdirectora de Tratamiento del CIS de Vigo.

"El principal requisito es que estas personas tengan verdadero interés en trabajar, que muestren una actitud muy positiva, aunque también necesitamos que tengan un nivel académico mínimo para que puedan recibir las clases", explica María Rodríguez, técnica de "Reincorpora". Ella se convierte en la sombra de sus "chicos y chicas" -como les llama con cariño- y les acompaña en todo el proceso, desde su formación hasta su periodo de prácticas y la búsqueda de otros empleos. "No es fácil la adaptación tras pasar varios años privados de libertad; algunos momentos son complicados y yo estoy ahí para todo lo que necesiten", apunta María.

Los convenios con empresas han ido creciendo a lo largo de estos cinco años, desde las 14 que abrieron la senda en 2011 a las 71 que lo hacen ahora. "La verdad es que los empresarios están cada vez más sensibilizados y se fían de nosotros; ni siquieran preguntan qué tipo de personas les llevamos a hacer prácticas; pueden ser mayores, con algún tipo de discapacidad, mujeres que han pasado por situaciones de maltrato o ex presidiarios... Todos los que les enviamos es porque están preparados para ello y eso es al final lo que cuenta", apunta Rodríguez.

Así lo corrobora Javier Vázquez, director de una empresa de limpiezas Lúa Clara, que colabora con ellos desde hace tres años. "Ya he tenido a seis trabajadores del programa y he contratado a Manolo por su excelente trabajo; eso es lo único que me importa, no su pasado", asegura el empresario.

También opina así Manuel , director de Limservi, empresa de limpiezas. "Contrato indiscriminadamente a la gente que trabaja conmigo; no me fijo de dónde vienen, sólo como trabajan", apunta. Manuel acaba de contratar a un participante de "Reincorpora". "Ni siquiera sabía que venía de prisión; ellos no tienen por qué contarlo aunque al final se crea una confianza y hablan de su vida", relata.

El programa incluye una primera parte teórico-práctica y una segunda que conlleva un servicio solidario complementario vinculado a la formación, las prácticas en empresas. "Nos dimos cuenta de que lo mejor era preguntar a las empresas qué formación específica necesitaban y esos son los cursos que impartimos", destacan los responsables.

Así, durante estos años han ofrecido cursos de hostelería, panadería, limpieza, electricidad y operaciones de hormigón, entre otros. Para ello, su financiación más fuerte procede de la Obra Social La Caixa. "En nuestra entidad entendemos que es justo que parte de los beneficios reviertan en la sociedad y ha sido una suerte encontrarnos con un partenaire tan bueno como Érguete", apunta José Manuel Escobar, director de área de CaixaBank en Vigo.

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