El vigués Juan Olivencia lleva la construcción y modelismo en la sangre. Su padre era carpintero, y unido esto a su afán por el mar, decidió que una vez jubilado dedicaría su tiempo a las maquetas navales. Suyas son seis de las embarcaciones expuestas en el Museo del Mar, entre ellas un remolcador del Danubio, el Blue Rush, un velero dedicado a la pesca del bacalao y el Galeón de Francis Drake.

"Se trata de un hobbie pero en verdad te mantiene enganchado todo el día. Empecé en el 2007 y hasta ahora, y lo que queda", relata Olivencia.

Al igual que sus compañeros, el tiempo medio para realizar sus maquetas es de 3 años, sin embargo el vigués va un paso más allá y realiza sus propios planos. "Hay veces que los consigues, pero si los haces tú siempre queda más perfecto. Es muy importante hacer un trabajo lo más fidedigno posible, por eso leemos y nos documentamos mucho antes de empezar", añade. Para sus maquetas emplea una madera de nogal americano o africano, aunque también es predilecto del manzano, sapeli o ramí. "A veces dependiendo de la tonalidad del propio barco te compensa una madera u otra", concluye el modelista Juan Oliveira.