Antonio Resines, ratificado como presidente de la Academia de Cine en la asamblea general celebrada ayer, considera que hay un cambio en la actitud del Gobierno hacia la industria cinematográfica y confía en que van a llevarse "bien o mejor". Así lo indicó en una rueda de prensa tras la asamblea general en la que se ha ratificado la única candidatura presentada para presidir la Academia de Cine, liderada por el actor junto con la directora y guionista Gracia Querejeta y el productor Edmon Roch, que han sido designados vicepresidentes primera y segundo, respectivamente.

En una línea de continuidad con el programa desarrollado por su antecesor, Enrique González Macho, que dimitió el pasado febrero, la nueva presidencia apuesta por una mayor fluidez "aún si cabe" en las relaciones con las administraciones, después de los "avances" que se han producido en los últimos dos o tres meses. "A lo mejor es el momento de dar un paso más", afirmó Resines.

Dentro de esta mayor fluidez se enmarca la comida "muy agradable" que compartió hace unas semanas con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que quería conocer los problemas que tiene el sector, explicó Resines, quenegó que se trataran cifras concretas sobre las ayudas pendientes a la amortización, que se conceden dos años después del estreno.

Resines considera que es necesario "que el acceso a las administraciones sea lo más normal posible". "Al margen de la cuestión cultural y artística, el cine es una industria en la que trabaja mucha gente y que crea empleo, juvenil fundamentalmente", indicó el presidente de la academia, que confía en que pueda convencer "de una vez" de la conveniencia de la bajada del "disparate" del IVA cultural.

Otro de sus objetivos es la lucha contra la piratería y recordó que, aunque con la Ley de Propiedad Intelectual "se ha mejorado algo", en 2014 hubo 4.000 millones de descargas en la industria cultural.