Las películas corales corren el peligro de acabar como "French Women": en un batiburrillo que no sabe bien qué quiere contar. En él se encuentran muchas mujeres (interpretadas por un buen puñado de actrices francesas estupendas) de todas las clases sociales y con diversos problemas. La directora Audrey Dana, que también se reserva un papel, trata de mantener unido su filme pero se le desparrama por todas partes al dejar demasiadas cosas en suspenso: no se sabe bien qué quiere hacer con su película y eso se nota durante el metraje. Se agradece el esfuerzo de todo el reparto porque son lo más sobresaliente de esta película pero nunca sobrepasa una serie de estereotipos que no tienen demasiada hondura ni dramática, ni cómica, que es lo que al final trata de derivar esta película casi siempre fallida en todos sus golpes.