"Juntos y revueltos" es la tercera vez que Drew Barrymore y Adam Sandler se encuentran en una comedia romántica tras "El chico ideal" (1998) y "50 primeras citas" (2004). En esta humorada de líos y enredos que dirige Frank Coraci la química ha envejecido como sus protagonistas. Si en la primera eran dos chavaletes en busca del amor y en la segunda unos jóvenes en busca del amor, ahora son unos solteros con hijos (una, divorciada; otro, viudo) que se reencuentran con el amor en la persona que les define a través de sus déficits. Es decir, él educa a sus hijas como niños y ella educa a los suyos como niñas y necesitan de la ayuda del otro para reconducirse. Aquí está la premisa de esta comedia convencional y sin el mínimo gamberrismo que se requiere a Sandler. El esfuerzo se valora pero "Juntos y revueltos" se queda en una cosa informe que solo tiene gracia en algunos sketches (esa postadolescente tratando de ser sexy en la cancha; ese recurso de canciones que "hablan") y poco más.