Desprendimientos de tierra y piedras obligaron ayer a cortar un ramal de salida a Cangas desde el Corredor do Morrazo y la autopista AG-57, en dirección Baiona, a la altura de Vincios.

En el caso de la autopista al Val Miñor, la caída de una gran piedra en el kilómetro 19, sobre las ocho de la tarde, fracturó la valla que da a la calzada. Por precaución, la Guardia Civil de Tráfico obligó a los conductores a salir en el peaje de Vincios (Gondomar) tres kilómetros antes, en tanto no se resolvía la situación.

En el Corredor, la Consellería de Medio Ambiente decidió cerrar al tráfico el primer ramal a Cangas, por segunda vez en menos de un mes. El corte se produjo en torno a las diez y media de la mañana tras detectarse en el kilómetro 12 "un nuevo riesgo de deslizamiento por los adversos meteorológicos", según comunicó la Xunta y corroboró la empresa Sercoysa, encargada del mantenimiento de la calzada. A mediodía, el desplome de parte del talud y del muro de contención de bloques de piedra ocupaba ya todo el ancho de la calzada.

Al lugar se trasladaron en un primer momento técnicos de la empresa y agentes de la Guardia Civil de Tráfico, que colocaron señales y vallas para disuadir a los conductores de salir del Corredor en ese punto y hacerlo tres kilómetros más adelante, en el 15, sobre la rotonda de A Portela. También por la mañana se personaron técnicos de la Xunta acompañados de geólogos para inspeccionar lo sucedido y analizar las medidas a adoptar. Poco después comenzaron las obras de limpieza de la calzada y de consolidación del talud y reposición del muro de piedra, para cuyos trabajos aún no se ha fijado un plazo de ejecución.

El alcalde de Cangas, José Enrique Sotelo, fue informado del suceso a media mañana por la concejala de Tráfico e Seguridade, Marisa Prieto. El regidor se puso en contacto con el conselleiro de Medio Ambiente e Infraestructuras, Agustín Hernández, y con responsables territoriales de su departamento para conocer más datos de lo sucedido. Le comunicaron que prácticamente con absoluta seguridad se ha debido a la presión del agua que satura el terreno, según trasladó el alcalde, que insistió en "que solucionen el problema cuanto antes y que el terreno quede seguro" para evitar que se repitan estos episodios. "Que se haga cuanto antes y que se haga bien", recalcó.

En el mismo sentido se expresó la edil de Seguridade. Marisa Prieto reconoce que la meteorología adversa de los últimos meses, sobre todo las intensas lluvias, contribuyen a estos desprendimientos, y pide que se extremen las medidas de seguridad para "evitar poner en peligro la circulación".