La eliminación de los cálculos renales -piedras de los riñones- se venía realizando mediante cirugía abierta lo que podía suponer riesgo de hemorragia para el paciente. En 2011, se presentó en un congreso en Estados Unidos una técnica novedosa que acaba con los cálculos realizando una incisión con un diámetro inferior al centímetro a través del cual se introduce una microcámara y un láser que destruye de una sola vez la piedra. Tras esa presentación, el primer país donde se aplicó en un enfermo adulto fue Turquía. Por su parte, el Complexo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS) fue el segundo de España en realizar esta intervención a un adulto y el primero del Estado así como uno de los primeros de Europa en efectuarla a una persona menor de edad.

La técnica -que reduce los daños al riñón lo mínimo posible, incluso a cero- lleva por nombre cirugía micropercutánea. La paciente fue una niña de 14 años con un cálculo de tres centímetros de diámetro en un riñón que le provocaba dolor. Anteriormente, se le había intentando eliminar la piedra con otra técnica, sin resultado. El cálculo siguió intacto. En esta ocasión, los doctores Daniel Pérez-Fentes y Camilo García Freire, de la Unidade de Endouroloxía e Litíase del CHUS, optaron por la nueva operación.

Esta consistió en realizar a la niña un orificio de un diámetro de 2,4 milímetros (inferior a la boca más pequeña de manga pastelera). Una microcámara de 0,9 milímetros fue introducida con la que se pudo visibilizar la piedra que medía tres centímetros. Con la ayuda de una fibra láser minúscula que entró también por el orificio, se pulverizó el cálculo.

El doctor Daniel Pérez -natural de Ourense pero afincado en Compostela- explicó que el "polvillo de los fragmentos se mezcló con la orina. La paciente no tuvo que expulsar la piedra ni entera ni en trozos (...)".

Esta técnica se aplica una sola vez para cada cálculo eliminándolo por completo con una recuperación en días; mientras que los sistemas anteriores los desfragmentaban y algunos de estos trozos -los más pequeños- podían acabar quedándose en el riñón al no ser expulsados en una convalecencia que duraba semanas.

Camilo García Freire, jefe del Servicio de Uroloxía del CHUS y médico también en esta operación, destacó que la aplicación de esta novedosa técnica en Santiago es una "apuesta para mejorar en tratamientos con un abordaje menos invasivo sobre el cuerpo y menos agresivo con los riñones". Indicó que "los instrumentos empleados están aprobados en el resto de países de Europa pero no se usaban en España.Para este caso, nos han prestado los aparatos para hacer la segunda intervención de España en adultos y la primera en un paciente pediátrico".

Pacientes precoces: causas

Pérez-Fentes, por su parte, explicó que los pacientes de poca edad con cálculos "pueden estar asintomáticos pero pueden tener sangrados en la orina con los movimientos. Si esas piedras no se eliminan, la orina va liberando sustancias que se depositan sobre los cáculos que van aumentando de tamaño".

Los casos en edad pediátrica se dan en niños que registran anomalías en el metabolismo a la hora de expulsar la orina o que heredan el problema de salud de sus familiares.