Mario estudia y trabaja unas horas los fines de semana. Viste ropa de marca y no se despega de su smartphone de última generación. Tiene novia, pero no piensa ni de lejos en vivir con ella. Vive con sus padres, en una habitación en la que cuelgan pósters de sus grupos de música favoritos, una actriz con poca ropa y la bandera de su equipo de fútbol. Sale por las noches y no avisa cuando no va a llegar a cenar. Mario podría ser un adolescente cualquiera de 15 ó 16 años pero, en realidad, tiene 25. Y es un adolescente cualquiera.

--- NO TOCAR ---

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