José Luis Olmedo, técnico en I+D de la Corporación "Hijos de Rivera, lo tiene claro: "Vamos paso a paso, y la recogida de esta cosecha es uno más, pero ya importante de cara a nuestro objetivo, que es la obtención de una cerveza de calidad con lúpulo ecológico que, además, tenga salida comercial". La cerveza ecológica es una gama que va abriéndose paso dentro de la oferta de esta bebida en el mundo pero, en España, hasta ahora, solo existe una, "en contraste -dice Olmedo- con otros países europeos, encabezados por Alemania, que yan han puesto unas cuantas variedades en el mercado. Ahora hemos comprobado que tenemos la posibilidad de fabricarla y, una vez cumplimentada esta etapa, el producto cerveza ecológica de Galicia vendrá muy bien a la vertiente exportadora de la empresa, que cada vez tiene más peso".

El cultivo de lúpulo ecológico se realiza en una de las tres parcelas del CIAM de Mabegondo (A Coruña) mientras, en las otras dos, se continúa con el cultivo de lúpulo normal, que es el que se ha venido haciendo desde 2004 y que ha dado como resultado la "Estrella de Navidad" que esta empresa pone habitualmente en el mercado a finales de año y de la que José Luis Olmedo se muestra orgulloso: "Es tal la demanda de ella, que en dos semanas los supermercados agotan las existencias que le suministramos".

¿Qué se entiende por lúpulo ecológico? También nos los explica José Luis Olmedo: "En este cultivo nosotros hemos seguido la metodología que nos marca el Consejo Regulador de Agricultura Ecológica de Galicia (CRAEGA) que incluye, entre otros requisitos, la utilización exclusiva de abono orgánico (recurrimos a estiércol producido por vacas criadas por nosotros mismos) y no utilizamos ningún tipo de pesticida".

A raíz de la puesta en marcha de este proyecto de investigación, han surgido iniciativas privadas de cultivo de lúpulo en Galicia por parte de particulares que se han agrupado mayoritariamente en la cooperativa LUTEGA. Desde el CIAM e "Hijos de Rivera" se ha puesto a disposición de todos ellos el resultado de las investigaciones con el objetivo de que puedan aplicar los conocimientos a sus cultivos.

Para el cultivo del lúpulo se establecen una especie de emparrados, de 6 metros de altura, formados por alambres apoyados en postes de madera. Para que la planta pueda crecer en altura, a la salida de cada invierno se instalan dos hilos verticales (tutores) anclados en el suelo en la proximidad de cada cepa y atados en su parte superior a los alambres horizontales, tendidos a 6 metros de suelo sobre los extremos superiores de los postes de madera.

En el mes de septiembre se cortan todas las plantas a unos 30 cms. de suelo, y se desprende el hilo por la parte superior con objeto de bajar la planta completa, con su correspondiente hilo. Una vez en el suelo, las flores se pueden cosechar de forma manual, si bien en la actualidad lo más común es desplazar las plantas a un centro de pelado mecánico en donde hay máquinas especializadas en separar las flores del resto de la planta. En el momento de la recolección las hojas están todavía verdes. La parte aérea se desecaría competamente a lo largo del otoño-invierno, si la planta se dejase sin recorrer.

Tras una etapa de esplendor, que culminó con la gran cosecha de 1963, el lúpulo dejó de cultivarse en Galicia en 1982. El descenso y posterior desaparición del cultivo en la comunidad autónoma se debió al aumento de los costes de producción, asociados fundamentalmente al incremento del coste de la abundante mano de obra necesaria para la fase de recolección, que no tuvo la correspondiente compensación en el aumento del precio del producto. Pero, en 2006, volvió a cosecharse lúpulo en Galicia, en una pequeña plantación de 300 plantas, que se estableció en invierno de 2004/2005 en el Centro de Investigaciones de Mabegondo, situado en la comarca de Camariñas, a 7 kilómetros de Betanzos.

"Desde que reiniciamos los cultivos -refiere Olmedo- cada vez estamos más convencidos de que el lúpulo es una buena alternativa para el medio rural gallego. Los resultados nos están avalando, hasta el punto de que el lúpulo gallego posee una riqueza analítica superior a las de otras de Europa, como la checa y la alemana, e incluso que la americana. Y, cuando digo mejor, no me refiero a la cantidad, sino a la calidad de grados alfa".

La cerveza gallega, y la mejor prueba es la que se distribuye en Navidades por "Estrella de Galicia", se caracteriza "porque el amargor que aporta este lúpulo es más fino, más sutil, y se detecta más suave", según la define el propio José Luis Olmedo.

Los pioneros del Lúpulo

Como respuesta a la escasez producida por la Primera Guerra Mundial, el por aquel entonces director de la Granja Experimental de A Coruña, Leopoldo Hernández Robredo, inició en 1915 ensayos de cultivo de lúpulo en la finca principal de la granja coruñesa y en el "campo de demostración" de Betanzos, de los que esperaba buenos resultados teniendo en cuenta las características del clima y suelo de esa zona y el hecho de que el lúpulo creciese de forma espontánea en la comarca lucense de As Mariñas.

En los primeros ensayos, trabajó con la variedad Golding Gold, que trajo de Inglaterra. Estos trabajos experimentales fueron pioneros en España y sirvieron de base para que el cultivo del lúpulo llegase a tener gran importancia en As Mariñas, desde donde se extendió a otras zonas de España como Asturias y León. Para el desarrollo de su programa experimental, Hernández Robredo contó con la estrecha colaboraciónde José María Rivera Corral, propietario fundador de "Estrella de Galicia".

En 1937, con Ricardo Esturiaza al frente de la Granja Experimental de A Coruña, se crea la Sección de Fomento del Cultivo y, ocho años después, los industriales cerveceros constituyen la Sociedad Anónima Española de Fomento del Lúpulo con el objetivo de paliar la escasez debida a la implicación de los principales países productores en la Segunda Guerra Mundial. Desde 1946 a 1963, la producción de lúpulo gallego no dejó de incrementarse, pero a partir de finales de los 60 experimentó una decaída que acabó en su práctica extinción en el año 1982.