Es un referente en la ciudad, por su pazo, sus jardines, el parque que lo circunda y por albergar gran parte de nuestra historia. El legado del Marqués de Alcedo, que entregó su pazo al pueblo vigués en 1924, a condición de destinarlo a museo, es hoy en día una de las visitas imprescindibles de la urbe.

El pazo habitilado como centro expositivo alberga tres colecciones permanentes referidas al arte, la arqueología y la historia de Vigo.

La primera está compuesta por más de 1.500 obras, de las que dos tercios se corresponden con obras pictóricas y escultóricas, dibujos y estampas. Las pinturas comprenden tres subcolecciones: la de pintura antigua con obras de los siglos XVII a XIX procedentes de la colección de Policarpo Sanz y del Museo del Padro; arte gallego, que recopila piezas del XIX y XX; y las artes aplicadas contemporáneas que se corresponden con mobiliario, alfombras, cerámica, vidrio, cristal y metales.

La colección arqueológica reúne vestigios recogidos en los más de 150 yacimientos esparcidos por la ciudad y que cuentan con la protección legal pertinente. Contiene piezas cuya cronología se pierde en el inicio de los tiempos, como algunas piezas encontradas en las Cavidades do Folón (Coruxo) para continuar su repaso histórico por la Edad de Bronce, la de Hierro con la Cultura Castrexa y la romanización. De las dos últimas etapas hay grandes muestras en la ciudad, como el Monte do Castro, el castro del Museo del Mar, la villa romana de Mirambel o las salinas de Rosalía de Castro.

El espacio dedicado a la historia de Vigo posee piezas relativas a los grandes episodios que marcaron el desarrollo de la urbe, como la Batalla de Rande en 1702 o la Reconquista . Esta sala guarda numerosos archivos relativos a la historia de Galicia o a la legislación española. Es en ella donde se realizan las exposiciones temporales que programa el museo.

Más allá de las piezas expuestas, la mera entrada en el propio pazo constituye toda una visita turística en sí, por la grandiosidad de su arquitectura y la conservación de sus elementos ornamentales y de mobiliario. Esta experiencia se completa con un paseo por sus cuidados jardines y por el parque que circunda el conjunto histórico.