El comisario europeo de Salud y Protección al Consumo, Tonio Borg, avanzó ayer que propondrá a los estados miembros mañana a realizar 2.500 pruebas de ADN en platos preparados a base de carne de vacuno entre el 1 y 31 de marzo y otras 4.000 pruebas a carne de caballo para determinar si dan positivo en fenilbutazona, en respuesta al escándalo de la carne de caballo encontrada en varios países en productos como lasañas y hamburguesas anunciados como "de vacuno".

Borg explicó tras la reunión ministerial de Agricultura con los ocho países más afectados por el escándalo de la carne de caballo para discutir el caso -Polonia, Luxemburgo, Francia, Reino Unido, Suecia, Rumanía, Países Bajos e Irlanda- que propondrá a los 27 mañana, en el marco del Comité Permanente de la Cadena Alimentaria, "un plan de vigilancia intensiva".

Dicho plan consistirá en realizar dos series de pruebas "en todos los Estados miembros" y "con independencia de las pruebas en marcha" lanzadas por los países a nivel individual, en principio por un periodo "inicial" de un mes, con el objetivo de conocer el alcance del problema en toda Europa. "Pero la intención es seguir con las pruebas durante un periodo de tres meses", ha avanzado.

Las pruebas se realizarán durante un periodo de 30 días entre el 1 y 31 de marzo y sus resultados deberán publicarse en un plazo de seis semanas, el 15 de abril, "para restablecer la confianza" de los consumidores y "también para planificar la hoja de ruta sobre el futuro en base a estos resultados", ha explicado el comisario.

Borg ha confirmado que propondrá a los Veintisiete el viernes que realicen 2.500 pruebas de ADN en los productos preparados a base de carne de vacuno para comprobar que efectivamente venden lo que anuncian y ha avanzado que la cuota de pruebas para cada país se asignará en función de su tamaño, de manera que los países más grandes deberán hacer más pruebas. España, como el resto de países grandes, deberá realizar unas 200 pruebas, según han avanzado fuentes comunitarias.