"La derrota es a la vez una decepción y un alivio", reconoció, cuando ya quedaba atrás el Elíseo, Carla Bruni. Lo revela el libro "Ça m'emmerde, ce truc que", no se asusten por el verbo, significa algo así como "Eso es lo que me molesta". Los franceses siempre tan finos. Tras ceder los trastos a François Hollande y Valèrie Trieweiler, Carla y Nicolás Sarzozy se pegaron unas vacaciones de varios meses con la pequeña Giulia. Luego él, de natural activo, volvió a la política y ella, de natural estrella, a las portadas. Por ejemplo, la de "Vogue", tres días de sesión fotográfica, dicen. Igual de tanto flash y tanto photoshop le salieron esas declaraciones: que si le gusta tener marido y ser una burguesa y que para qué ser feminista con lo a gusto que estarían las feministas felizmente casadas y en un barrio bien de París. Las susodichas saltaron, huelga decirlo. Y ella tuvo que matizar, matando al mensajero, para variar, con lo que ella le debe a ese mensajero. De haber seguido siendo primera dama, Carla Bruni habría encontrado una dura contrincante en Angélica Rivera, la mexicana. Ella saltó de las pasarelas a la alta diplomacia pero Angélica era actriz de telenovelas (La dueña, La Gaviota o Destilando amor). Y ya la critican, a la pobre. Pues Grace Kelly llegó a princesa de Mónaco y Ronald Reagan, a presidente de Estados Unidos. ¿O no?

Catalina está embarazada. Al año y medio de la boda. Diana dio a luz a Guillermo antes del año. Los analistas de la corte británica apuraban más, querían parto a los nueve meses. Cómo son. Pero Catalina está embarazada y Carlos, que hace nada se quejaba de lo mayor que está, a sus 64 años, para ser príncipe y delfín, se ve ahora joven para ser abuelo. Los británicos, que son tan de apuestas, ya elucubran con que sean gemelos y pongan a la reina en la tesitura de decidir cuál de los dos la sucederá un día. La que queda ahora en una situación embarazosa es Charlene. Hasta Tatiana Santo Domingo, aun antes de casarse con Andrea, el hijo de Carolina, se le ha adelantado y luce barriga. Todos los ojos se posarán ahora en la nadadora. Que sí, superó la prueba de la boda sin salir corriendo, pero ¿y esta?

Pobre Shakira, no la dejan en paz ni en la recta final de su embarazo. Su ex, Antonio de la Rúa, quiere desplumarla. Como lo dejó todo para seguirla, reclama su parte del pastel. Lo mismo le está pasando a Paulina con Colate. Lo que pasa es que la mexicana tiene menos pelos en la lengua que la colombiana, no sé si es cuestión de nacionalidades. Paulina niega «que haya tenido conocimiento de un desarrollo laboral y empresarial por parte del esposo, como evidencia su completo fracaso de proveer de cualquier sustento a la familia» pero que sí ha disfrutado de viajes en jet privado, hoteles de cinco estrellas, limusinas... Colate ha salido al paso: él no es un vago. De la Rúa, tampoco. Ni Julián Muñoz. Como los anteriores ejerció de mano derecha, de chico para todo, siempre a la sombra de la artista. Ellos se llaman managers; ellas a ellos, mantenidos (Isabel Pantoja, 23-X-2012, Audiencia de Málaga).

"Jesús por ahora no me ha llamado por ese camino. Aunque tampoco descartaría el volverme monja si el Señor me inspirara la vocación". La que habla no es Santa Teresa de Jesús. Es Tamara Falcó. Ahora va a misa cada día, reza el rosario y reparte cucharones de sopa en un comedor social. Como es una católica 2.0, en su móvil se ha descargado una aplicación donde se comentan los evangelios. En casa se ve que son menos religiosos, mamá se divorció dos veces, Chábeli una, Enrique vive en pecado y el "tío" Miguel es socialista. Isabel Preysler no la ve a Tamara con hábitos. Y menos sabiendo que, ni con las católicas ni con las anglicanas, llegaría nunca a obispa. Ni a papisa, para llevar zapatos de Prada. En cambio, la televisión es otra cosa. Hace poco recibió una oferta. ¿A que no adivinan de quién? ¡Sí! De Mariló Montero. Habría sido inmenso, Mariló y Tamara en el sofá, hablando de óxidos y trasplantes de almas. Pero a la pequeña Preysler Falcó lo que le hace ilu de verdad de la buena sería "presentar un programa de religión". El padre Apeles ya tuvo uno, hace bastantes años, acompañado por Rociíto. ¿No se acuerdan?

Palacio del Pardo. Premios Nacionales del Deporte. Se espera a la familia real; no al rey convaleciente, pero sí a la reina y los príncipes. El delantero portugués del Real Madrid Cristiano Ronaldo es uno de los premiados. Parece inquieto. El protocolo marca traje oscuro. ¿Qué lleva CR7?en la boca? ¡Un chicle! Empieza el acto, aparecen sus altezas. ¿Qué hacer con el dichoso chicle? Piensa, Cristiano, piensa. Ronaldo coge la goma de mascar, se hace un autopase a la mano y termina colocándolo ¡en el bolsillo de su pantalón! Y seguro que era de firma. Según los químicos, un chicle natural es biodegradable en diez años, pero si lleva polímeros sintéticos el plazo se alarga hasta cuatro décadas. Mezclado con tweed, ni te cuento. Pobre planeta.

Uno de los robots más famosos de la historia de la televisión, Mazinger Z, acaba de cumplir 40 años. Supongo que los mismos más o menos que Afrodita A, que me enteré hace poco que jamás dijo la famosa frase de "tetas fuera". Son casi casi de la quinta de Belén Esteban, que le rindió un sentido recuerdo en su regreso estelar al hogar de todos los españoles. Fue una poética revisión de su aclamado "Ni que fuera yo Bin Laden". Un autohomenaje. Cuando le recordaron que hay por ahí desalmados que insinúan que la princesa del pueblo le zurraba al marido, exmarido o lo que sea (total, porque le vieron salir de casa un día con la camisa rota), exclamó "¡Ni que fuera yo Mazinger Z!" Bueno, ella dijo Matzinger y Jorge Javier, como ahora también es literato, se apresuró a corregirle: sobra una t, le apuntó. La vida tiene estas contradicciones. En los estantes de cualquier librería ustedes pueden encontrarse, juntos, la biografía del presentador, el sado soft de "Cincuenta sombras de Grey" o la última obra del papa Ratzinger. En serio. El libro del papa sobre la infancia de Jesús -el del buey y la mula, la estrella y los reyes magos- compite con la saga de E.L.James como best sellers. Jorge se queda un poco atrás, es cierto. Pero siempre podrá corregir a Belén, o a Rosa Benito, o a Raquel Bollo, en antena. Es lo que tienen los clásicos.