DKMS. Las siglas de la polémica. Pertenecen a una empresa alemana –afincada en España como fundación desde hace un mes– que, con fines comerciales y sin permiso de las autoridades españolas, se dedica a realizar llamamientos masivos a la población para conseguir donantes de médula ósea. El sistema nacional de trasplantes español, líder mundial desde hace años y que funciona como entidad sin ánimo de lucro, está seriamente amenazado y el Ministerio de Sanidad se plantea emprender acciones judiciales por la "ilegalidad" de sus actividades en España.

La empresa ha creado un registro con mil doscientos potenciales donantes españoles paralelo al Registro Español de Donantes de Médula Osea (REDMO), el único autorizado en España. Su forma de trabajar es la siguiente: DKMS invita a esos donantes potenciales españoles a hacer una "donación voluntaria" de 50 euros y se lleva las muestras a Alemania, donde los inscribe en su propio registro. Luego vende cada médula por 14.500 euros –los precios más caros del mercado, casi el doble de los españoles– a pacientes u hospitales de otros países. Incluso, puede suceder que sea un hospital español el que reclame uno de esos donantes porque sea compatible con un paciente suyo. Eso sí, se verá obligado a pagar 14.500 euros que, si hubiera estado inscrito en el REDMO –que gestiona la Fundación Josep Carreras–, le hubiera salido gratis.

El coordinador de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), Rafael Matesanz, apostó ayer por que se apruebe una normativa "más restrictiva" en España que impida que se repitan nuevas "irregularidades" como las que, a su juicio, está llevando a cabo la empresa alemana.

Actualmente, el REDMO cuenta con algo más de 90.000 donantes de médula ósea y sangre periférica tipificados y más de 51.282 unidades de sangre de cordón almacenadas. Hay que tener en cuenta que sólo uno de cada cuatro pacientes que precisan de un trasplante tiene un donante familiar. Para el resto de pacientes, la donación de médula ósea a partir de un donante no emparentado es la única posibilidad de curación.

Este registro está interconectado con la red internacional y, por lo tanto, puede acceder para cada búsqueda a los más de 14 millones de donantes voluntarios y a las más de 400.000 unidades de sangre de cordón umbilical disponibles en cualquier parte del mundo.

En términos comparativos, España no ocupa aún un lugar acorde con su nivel de desarrollo por lo que se refiere a número de donantes de médula. Otros países presentan tasas de donación muy superiores. Por el contrario, España es el tercer país del mundo en unidades de sangre de cordón umbilical.

Galicia cuenta con uno de los seis bancos de cordón umbilical que existen en España. Ubicado en Santiago, atesora más de 5.000 unidades de sangre que, sirvieron, en el último año, para el trasplante de 15 pacientes, todos ellos extranjeros. En la comunidad gallega hay unos 2.200 donantes tipados, esto es que han dado todos sus datos al registro y se sitúan como posibles donadores. Son 76 por cada 100.000 habitantes. Los trasplantes que se hicieron efectivos en el último año fueron un total de 27 en Galicia; 11 de ellos realizados en el Hospital Xeral, 10 en el Hospital de Santiago y 6 en el Complejo de A Coruña.

Un sistema "retrasado"

Por su parte, la empresa alemana de donaciones de médula ósea DKMS salió ayer al paso a las afirmaciones del Ministerio español de Sanidad y afirmó que está a cubierto de la normativa europea para realizar su trabajo en ese país. Uno de los fundadores de la empresa, Gerhard Ehninger, negó que su organización haya vulnerado ninguna ley española y también que pida pagos exagerados por sus servicios.

"Todos los españoles que quieren ser registrados como potenciales donantes han sido admitidos en el banco de datos de la DKMS", indicó Ehninger. Según Ehninger, su organización se decidió a actuar en España ante la evidencia de que, pese al buen funcionamiento de los trasplantes de órganos, el sistema de donaciones de médula en ese país está "algo retrasado".